tag:blogger.com,1999:blog-47944479918485319072024-02-07T06:33:20.153+01:00P l a n e a n d oEl blog Planeando se actualiza periódicamente y recopila o amplía los artículos publicados en la sección del mismo nombre de la revista El Farmacéutico. El objetivo es establecer un diálogo con los lectores, incentivar el debate, la reflexión y favorecer la interrelación entre los profesionales farmacéuticosPlaneandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.comBlogger115125tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-82717116927823209052012-12-21T11:54:00.000+01:002012-12-21T11:59:08.841+01:00Adiós<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xbtbJYoTFVN2wltbJXvYbtE3oac6QpA3CwXFMRUlSdSyeRN2Hfd4Wc8cU1jVsRMfd-YaQ0ZQpc64XKkb1TTrjcjqlUcH3vQdMbEsNjGdUnhJF5VxdTaP5conS6oaE0IEqmW_Hq32YDi6/s1600/EF482+PLANEANDO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xbtbJYoTFVN2wltbJXvYbtE3oac6QpA3CwXFMRUlSdSyeRN2Hfd4Wc8cU1jVsRMfd-YaQ0ZQpc64XKkb1TTrjcjqlUcH3vQdMbEsNjGdUnhJF5VxdTaP5conS6oaE0IEqmW_Hq32YDi6/s320/EF482+PLANEANDO.jpg" width="240" /></a></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No sé si dios es el sitio a donde voy.
Eso de los títulos es un coñazo. Pero de todas formas «Adiós» es la palabra más
escueta, concreta y eficaz para titular este artículo. Planeando se va, se va
al refugio de mis pensamientos, a la cocina en la que las palabras se cuecen
lentamente, al laboratorio donde se mezclan los matices del mismo modo que los
aromas van construyendo un perfume. Seis años ha durado este vuelo en el que he
contado mi visión de la farmacia. Desde este verano ya empecé a notar que mi
farmacia se acababa, mi visión de ella es la que está escrita en estos
artículos, quien quiera puede releerlos. Duermen en las páginas de las revistas
antiguas, en páginas que poco a poco irán amarilleando o en imágenes intangibles
que permanecen flotando –sin envejecer aparentemente– en el limbo tecnológico
de la red. No es presuntuoso por mi parte, lo digo sinceramente, ni tampoco es
pereza, sencillamente es un ejercicio de coherencia respecto al proyecto que se
inició con esta sección. Mis opiniones ya están expuestas de la manera que yo
sé, puedo, o me gusta exponerlas, en este espacio que la revista El
Farmacéutico me ha proporcionado. Una vez más, gracias. Ahora es un tiempo en
el que mi opinión debe concretarse en acciones, ya no me quedan ideas que
exprimir en mil palabras. Ya no me quedan tantas palabras para llenar una
sección quincenal sin correr el riesgo de decir algo que ya haya dicho antes,
ni tengo ya la imaginación necesaria para encontrar maneras distintas de decirlo.
Gasto muchos minutos de mi vida en la farmacia y en las farmacias, pero no todo
es farmacia y farmacias en mi vida.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Confieso que, un poco, os he mentido.
Aunque la mentira haya sido inocente, lo hice, y aunque, en el fondo, contar
historias también sea mentir, me aproveché de la buena gente de Ediciones Mayo
que me ofrecieron la oportunidad de publicar algo sobre farmacias y lo que hice
muchas veces fue escribir de lo que me apetecía. Pero los engaños no pueden
durar eternamente. Ya lo decía mi abuela –debo estar haciéndome viejo porque me
acuerdo cada vez más de lo que mis mayores me decían y además ahora me incomoda
menos acordarme–: «Se atrapa antes a un mentiroso que a un cojo».<o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
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<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo he pasado muy bien escribiendo estos
ciento catorce Planeandos y sé que voy a sentir la añoranza de la obligación de
rellenar este espacio privilegiado de la revista, una de las pocas obligaciones
que he sido capaz de soportar en mi vida, sin refunfuñar, pero ahora necesito
librarme de esa obligación para poder digerir todo lo que le está sucediendo a
nuestra profesión y lo que aún queda por venir.<o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Os confieso también, queridos lectores,
que mi cuerpo y mis ideas van envejeciendo, mi posición en el pelotón de la
vida va retrasándose poco a poco y cada vez el pelotón corre más. No
interpretéis esta confesión como una rendición, pero es la Ley –eso a lo que
tanto nos gusta referirnos– de la Vida. Es absolutamente necesario que los más
jóvenes marquen un ritmo exigente porque cada vez queda menos tiempo para
llegar a tiempo antes de que el tren parta hacia un nuevo mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un nuevo mundo en el que no habrá otro
remedio que pasar del individualismo tan arraigado en el sector, a tener que
aportar valor a través de lo colectivo. Reconozco que estamos aún lejos de este
objetivo, incluso lejos de comprender el concepto «lo colectivo» –sencillamente
porque no hemos tenido necesidad–, pero no deberíamos tener dudas sobre la
necesidad de intentarlo si creemos realmente en que nuestra fuerza principal
recae en la altísima accesibilidad de un servicio esencialmente sanitario. No
intentarlo, además de ser un pecado de omisión, la penitencia del cual recaerá
en las siguientes generaciones (n.º 433), significaría desdibujar los trasgos
característicos de nuestra fisonomía, acabaríamos siendo un rostro que no se
reflejaría en ningún espejo; un cuerpo sin alma. Seríamos el equipo ideal para
ser vencido. <o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Millenium se titulaba el primer
Planeando, y en él escribía: «Este artículo es el primer paso de un largo
camino. Espero que el viaje nos lleve lejos y que no sea pesado, y que mediante
la futura creación de una plataforma informativa dirigida primordialmente a los
farmacéuticos que ejercen su profesión en las farmacias, logremos el objetivo
de incentivar el debate, la reflexión y favorecer la interrelación entre los
profesionales abocados frecuentemente a un cierto aislamiento detrás del
mostrador de sus farmacias». Así empezó todo.<o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me voy. Alguien, seguro, será capaz de
lograr todo eso que dije en mi primer Planeando, eso que deseaba y aún deseo. Del
mismo modo que deseo que Alfonso (el boticario del cuaderno de tapas negras del
que os hablé en el número 410) exista en alguna esquina de alguna calle de
algún pueblo de alguna parte; que Laura (472), mi amiga farmacéutica, mantenga
sus principios; que Berta (372), cuando sea mayor, algún día se acuerde de mí;
que Silvestra (408) continúe confiando en su farmacéutico; que Luis Rondreau
(466) me enseñe francés mientras recordamos los buenos tiempos; que David Nurda
i Grabe y Joan Vorraí i Repià encuentren el camino a seguir en sus farmacias de
Gibatella (384), pero sobre todo espero tener tiempo para que Clara me enseñe a
notar como los neutrinos que vienen de las estrellas traspasan mi cuerpo (383),
porque aunque ser un gran oso pardo tenga sus ventajas, ahora me conviene
aprender a volar con la sutileza de las mariposas. <o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Adiós</span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">PD: Sugiero la lectura de este artículo acompañada de Leonard Cohen cantando <i>Closing time</i> y espero al menos que, como dice Manel en <i>Capitatio</i></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Benevolentiae, </i>"...i a vegades ens en sortim..."..<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-68012216903301067542012-12-11T12:15:00.002+01:002012-12-11T12:18:12.684+01:00Las manos<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3DfO1qQNvAuo4PA6JANRixrJb2hwRWaoohZW7dA6MMdgqsfQmCdvfZKhmFzYr5U8DUU2V_ROPD9JnkiRA_VD_IMpe5_m_bUDzPkHEDtJxyeZvVtIl3VXcoZyb1_GNG83mQuzBNF3yRoGC/s1600/EF481+PLANEANDO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3DfO1qQNvAuo4PA6JANRixrJb2hwRWaoohZW7dA6MMdgqsfQmCdvfZKhmFzYr5U8DUU2V_ROPD9JnkiRA_VD_IMpe5_m_bUDzPkHEDtJxyeZvVtIl3VXcoZyb1_GNG83mQuzBNF3yRoGC/s320/EF481+PLANEANDO.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras transcurre la conversación, la
mirada de Roberto se desvía constantemente hacia las manos de Federico. Los
dedos se proyectan hacia las puntas con delicadeza, pero sin fragilidad. Son
unos dedos que Roberto siempre hubiera querido tener.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Cómo debe ser la vida con unos dedos
largos y finos? </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sus manos, aunque grandes, son regordetas
y sus dedos carecen de delicadeza. No son unas manos rudas, pero, ni mucho
menos, tienen la elegancia de las de Federico.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Tienes demasiadas dudas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras espera que la frase continúe,
observa como la mano abraza el vaso ancho lleno de agua mineral gasificada
burbujeante y, al contraluz de la ventana, las pequeñas chispas que afloran del
vaso como si se tratara de una pequeña erupción acuosa. Puede abrazarlo sin
ningún esfuerzo, a pesar de que es uno de esos vasos anchos en los que caben
tres cubitos de hielo sin necesidad de amontonarse unos encima de los otros.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Lo nuestro es un ejemplo más de los
cambios que están desdibujando la sociedad que conocieron nuestros padres y que
nosotros creíamos que sería la nuestra, pero que no va a ser.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las palmas de las manos abiertas son un
perfecto colofón a la sentencia de Federico. Son como el último plano de un
western, en el que, sobre un anochecer en el desierto, aparecen desde el
infinito, haciéndose cada vez mayores, las últimas palabras: The End.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Estás demasiado obsesionado en nuestra
especificidad, en un mundo en el que lo especial cada vez es más difícil de
justificar. Los farmacéuticos de la generación de nuestros abuelos eran
personalidades de peso, junto con el médico, el capitán de la guardia civil y
el rector de la parroquia. Eso ya ha pasado a la historia. Lo nuestro ahora es
gestionar y rentabilizar un espacio que aún conserva unos valores, como la
accesibilidad y la confianza, muy atractivos para el cliente preocupado por su
salud. Tenemos que ser valientes y aprender a ser competitivos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las palabras de Federico fluyen sin
vacilación, mientras Roberto baja su mirada hacia sus gruesos dedos que están
apoyados sobre la mesa. La tranquilidad que transmite Federico, la misma que
sus manos, no se parece en nada al rápido repicar de su dedo anular. Un gesto
que denota una cierta inseguridad o incomodidad o ¿por qué no? contrariedad.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace ya unos cinco años que unas leves
manchas de color ocre oscuro van apareciendo en sus manos. Un signo del paso de
los años que tampoco puede ver, aunque intenta escudriñar todos los rincones,
en las de Federico. No acaba de aceptar que estén ausentes de sus manos, porque
sabe perfectamente la edad de su interlocutor porque estudiaron juntos. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No se siente seguro en estos encuentros,
nunca le ha apetecido admirar esas manos que son el perfecto coro de
acompañamiento para los discursos de Federico. Parece que mientras habla, sus
manos recorren con elegancia el teclado en un gran piano de cola del que
afloran las notas de una canción.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Pero…</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– No hay pero que valga. Roberto, debes
rejuvenecer tus ideas, intentar rejuvenecer también tu cuerpo ¿Ya vas al
gimnasio? Te veo en baja forma. Tenemos la misma edad y pareces mayor. Siempre
has tenido tendencia a ganar peso y tu calvicie ayuda, pero aún y así, debes
esforzarte. Te veo ansioso. Tus dedos no paran de golpear la mesa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Creía que sólo era él quien miraba las
manos del otro, pero no. Sus manos también eran un blanco de las observaciones
de Federico.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Siempre has tenido un buen ojo clínico.
Estoy convencido que habrías sido un buen cirujano plástico. Te encaja bien. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– La medicina no es un campo en el que
hubiese podido desarrollar mis aptitudes empresariales.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Pero el campo de la estética te hubiese
abierto muchas posibilidades…</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Tienes razón, nunca lo había enfocado
desde ese punto de vista.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Levanta la mano hacia su frente e
introduce lentamente los dedos entre sus abundantes cabellos negros, buscando
en su imaginación una vida exitosa repleta de cuerpos turgentes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Federico está tan convencido de sus
razones como Roberto lo está de la belleza de sus manos. Lo está tanto que es
incapaz de sopesar la carga de ironía de la descabellada propuesta que Roberto
ha puesto encima de la mesa, por lo que no va a quedarle otro remedio que
intentar olvidar sus manos y entrar en el cuerpo a cuerpo de las ideas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Acepto que tengo mis dudas, por muchas
razones, pero sin entrar en cuestiones de índole profesional, vocacional diría
mi amiga Laura, creo que tu fortaleza está basada en una situación de
protección que nada tiene que ver con la que conviven los empresarios de
cualquier sector. Ese convencimiento que desprenden tus afirmaciones puede
desvanecerse rápidamente con un simple cambio legislativo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Posiblemente tienes parte de razón. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Su dedo índice interminable señala el
corazón de Roberto y emite otra contundente afirmación.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Mis propuestas son imperfectas,
requieren un análisis más profundo, pero al menos ofrecen una alternativa.
Definen una actitud. Muchos como tú pensáis y debatís posibilidades, pero no
decidís.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Federico es más consistente de lo que
puede parecer. No es la primera vez que su dedo índice apunta al corazón de
Roberto y cuando lo hace puede ser muy certero.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Ojalá pudiera encontrar fácilmente la
salida del laberinto de mis ideas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Haz como yo. Si la salida está
demasiado escondida, toma un atajo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– No soy lo suficientemente osado para tomar
atajos. Creo que el temor al fracaso tiene un peso demasiado importante en mi
manera de pensar. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Siempre he sabido que éramos muy
distintos, pero siempre he creído que una mezcla de nuestras respectivas
maneras de encarar los problemas mejoraría la calidad de las decisiones que
tomáramos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Roberto no se
esperaba esta última frase de Federico. Ha quedado en fuera de juego durante
unos segundos. Los suficientes para pensar que él lo que realmente querría
sería poder mezclar las manos de Federico con las suyas.</span></span>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-19298691666761191382012-11-27T09:49:00.002+01:002012-11-27T09:49:41.718+01:00Mariposas<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidkS7x4HqPq2LQJZyKXDLr5g2FXqt3OAz49-MZBDPeL9IoDlWvHUMEvGaKIJ7K5xrT6tDBUN4TQJn2YJWiLvtlWATNGQW_oRSqojHFBEyEH8KIhPa-dQ7NxvlatqnnVLKoQgy-zGNSM_CP/s1600/EF480+PLANEANDO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidkS7x4HqPq2LQJZyKXDLr5g2FXqt3OAz49-MZBDPeL9IoDlWvHUMEvGaKIJ7K5xrT6tDBUN4TQJn2YJWiLvtlWATNGQW_oRSqojHFBEyEH8KIhPa-dQ7NxvlatqnnVLKoQgy-zGNSM_CP/s320/EF480+PLANEANDO.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los prados situados en las estribaciones
del macizo del Montseny eran el destino de muchos de mis paseos veraniegos. En
agosto, los días soleados, parecían una alfombra tejida de gramíneas, amapolas
y flores de cardo por la que corríamos y retozábamos hasta que se ponía el sol.
Esa alfombra vegetal multicolor atraía un enjambre de mosquitos, moscas, tábanos, abejas y avispas
que revoloteaban encima de ella sin orden aparente, conformando una nube
caótica de vida. Esa nube también contenía otros visitantes alados que
enriquecían con nuevos colores el chispeado de flores multicolores y que
alegraban el ambiente con su grácil aleteo. Las mariposas volaban entre
nosotros, parecía que jugábamos juntos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las gramíneas que inundaban esos campos
atraían a la medioluto ibérica <i>(Melanargia lachesis)</i>, una elegante mariposa de
alas blancas con mancha negras muy marcadas formando un tablero de ajedrez
aéreo. Las flores de cardo eran el objetivo de la Vanesa <i>(Vanessa cardui),</i> que
alegraba el ambiente con sus alas de colores anaranjados ribeteados de negro
con manchas blancas. Sin embargo, yo tenía predilección por la hormiguera de
lunares <i>(Maculinea arion),</i> una mariposa de alas azul celeste con lunares
negros, cuyas orugas se alimentan de orégano y tomillo. Es una mariposa
delicada que parece una aguamarina voladora, una joya de la naturaleza. Al cabo
de unos años descubrí en los libros de ciencias naturales que las orugas de
esta mariposa se dejan caer al suelo. Allí son recogidas por las hormigas del
género Myrmica, que son atraídas por los efluvios que emiten las orugas de los
licénidos. Las hormigas, en un gesto cuando menos sorprendente, las trasladan a
su hormiguero, donde se alimentan de las larvas de las mismas hormigas mientras
esperan transformarse en crisálida.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tengo la extraña sensación –una variedad
de incertidumbre parecida a la que provoca la indetectable presencia para los
sentidos de los fantasmas– de que las mariposas ya no revolotean alegres por
los campos como lo hacían esos días infantiles. Es una ausencia tan sutil como
la presencia de los fantasmas, una ausencia de algo que para muchos sólo
constituye un adorno estival que nos alegraba los paseos infantiles. Debe de
ser la sutileza de su ausencia la razón por la que generalmente la mayoría nos
permitimos ignorarla. La indiferencia, demasiadas veces, acaba siendo una
compañera indeseable de la discreción. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ayer, después de mi descenso matutino
hasta la puerta acristalada de la finca, donde recojo el periódico al que estoy
suscrito –me gusta desayunar en la mesa del comedor mientras lo leo–, durante
el viaje de retorno en ascensor, mientras lo hojeaba a modo de aperitivo, me
fijé en una foto de una mariposa a todo color en la esquina superior izquierda.
La imagen era la de un precioso ejemplar de macaón, reposando con las alas
abiertas en una flor de una umbelífera violeta. La imagen, mostrando todo el
esplendor de los dos ocelos rojos en la parte inferior, que acaban con unas
colas parecidas a las de las golondrinas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No es muy habitual que las mariposas
ocupen un sitio destacado en las portadas de los periódicos, que suelen
reservarse para cuestiones políticas, económicas o simplemente a las malas
noticias. Sin embargo, al leer el titular que acompañaba la imagen de un precioso
ejemplar de <i>Papilio machaon</i> entendí su presencia en un lugar tan destacado de
la prensa. Lo que era tan sólo una sospecha se había transformado en una
realidad tangible y contundente, científica: «Las mariposas desaparecen».</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras sorbía el café con leche
humeante busqué y me detuve en las páginas interiores del periódico que
contenían un interesante artículo sobre los efectos devastadores del avance de
los bosques y del drástico retraimiento de los prados de flores, sobre la
población de las mariposas. Una mezcla de tranquilidad y de desilusión acompañó
esa lectura. La tranquilidad que te da el saber lo que realmente está
sucediendo, lo que explica con todo detalle un biólogo experto en lepidópteros,
aunque su relato sea implacable. La desilusión de descubrir que el fenómeno no
tiene que ver con algo mágico. Tenía la leve esperanza de que esas pequeñas
hadas aladas tan sólo estuvieran retiradas a un aposento mejor, escondidas en
un paraíso recóndito, lleno de flores, mientras debatían sobre la conveniencia
de su vuelta a nuestro mundo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras seguía con la vista perdida el
humo blanco que desprende la taza que mantengo asida entre la mesa y mis
labios, mis pensamientos se dirigieron hacia el recuerdo de un encuentro que
tuve con un colega de profesión en Toledo en el que las mariposas también
fueron nombradas en la conversación que mantuvimos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto Tomillo Hidalgo es amigo mío
desde que coincidimos en un congreso farmacéutico en el que pudimos conversar
largamente sobre los efectos –también devastadores– de la crisis sobre nuestro
modelo de negocio. Fue una conversación larga en la que participaron otros
colegas y que duró hasta altas horas de la madrugada. La memoria tiene una gran
ventaja, te permite seleccionar las secuencias que más te interesan y así
ahorrarte pasajes, seguramente interesantes, pero que no aportan nada a lo que
en el momento que estás recordando te interesan.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– La situación se va convirtiendo en
insostenible.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto es delicado en sus expresiones y
en sus ademanes, pero conciso en sus ideas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Alberto, ahora ya no nos sirve de nada
analizar los efectos de la crisis, en eso estamos todos de acuerdo, deberíamos
estar reflexionando sobre los cambios que tenemos que promover para poder
competir en la nueva situación.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Siempre has sido un adelantado, incluso
un visionario. Hace años que te escucho el mismo discurso y las cosas no han
sido tan dramáticas como tú predices.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Yo sencillamente digo que nuestro
modelo de negocio ha demostrado ser frágil y que en estos años no hemos logrado
tener una posición central en el sistema sanitario. Esa debería ser nuestra
línea de reflexión.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Alberto no lo ve claro, pero su respuesta
es clarificadora.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Tienes la cabeza llena de mariposas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Seguramente. </span></span></div>
Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-14891026708738198392012-10-31T12:14:00.000+01:002012-10-31T12:14:21.876+01:00El gnomo<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyVIqW16PkczvXnj75UW-9RMkajKhi5UPcBdvyFCiUeO7T7uL2Sa2W8bMMTJnG0T1QISvD5gBqt3xhV2v4EQmg86lwxok1PLskdav_KIzZzZUtJjV4cvXXBi-2HrYpNVJ5eqaTER_41xe/s1600/planeando479.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKyVIqW16PkczvXnj75UW-9RMkajKhi5UPcBdvyFCiUeO7T7uL2Sa2W8bMMTJnG0T1QISvD5gBqt3xhV2v4EQmg86lwxok1PLskdav_KIzZzZUtJjV4cvXXBi-2HrYpNVJ5eqaTER_41xe/s320/planeando479.jpg" width="248" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las mesas desordenadas son la morada de
diminutos gnomos que se dedican a trajinar papeles, papelotes, revistas,
periódicos, catálogos, tarjetones, tarjetas, recibos, comprobantes de pagos,
facturas, albaranes, libros, fotografías. La suya debe ser una tarea agotadora.
Sin pausa, con esa diminuta malicia que siempre mueve a los duendes, se dedican
a joder al personal. Tienen pequeño el corazón y también el alma. Son como si a
la mezquindad y a la cortedad de miras les hubieran salido bracitos y
piernecitas, se colocaran un gorrito rojo y se escondieran entre mis papeles. A
veces tengo tentaciones de levantarme por la noche para sorprenderlos en su
tarea maléfica y aplastar a alguno de esos despreciables personajillos mientras
corretea entre mis papeles.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Son astutos. Estoy convencido que han
adaptado su horario de trabajo a esas horas en las que soy absolutamente
incapaz de levantarme de <st1:personname productid="la cama. Esas" w:st="on">la
cama. Esas</st1:personname> horas perdidas entre las tres y las cinco de la
madrugada son las que aprovechan para, en una orgía de frenéticos y cortos
trayectos entre los montones de mis papeles, cambiarme con impunidad las cosas
de lugar. Sin otro objetivo que hacerme perder el tiempo. Presiento sus risitas
desde sus escondrijos mientras observan mis ojos encendidos y las venas
hinchadas en mis sienes y les insulto en un intento vano de disimular mi
impotencia. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se ceban en mí porque me tienen envidia,
estoy seguro que no soportan que sea un gigante para ellos. Me los imagino
sintiendo el sádico placer de observar como soy incapaz de controlarme e
incapaz de ejercer mi supremacía física sobre ellos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por esa razón, cuando encuentro las
páginas del cuento que tengo a medio escribir, me alegro tanto. Les he vencido
otra vez. No soporto a esos personajillos graciosos de los cuentos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las páginas escritas están llenas de
borrones negros que dibujan un estampado parecido al pied-de-poule de las chaquetillas
que <st1:personname productid="la elegante Coco Chanel" w:st="on">la elegante
Coco Chanel</st1:personname> popularizó en la década de los cincuenta. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La historia de duendes en la que me he
visto inmerso es un pequeño martirio. Me he hundido en ella sin tener claro el
camino que voy a seguir. Esa falta de planificación es la razón principal por
la que las palabras no encuentran su sitio y acaban desdibujadas bajo los
trazos nerviosos de mi mano que pretenden hacerlas desaparecer bajo la misma
tinta que antes las ha creado.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Debe de haber alguna razón que explica la
ira que me provocan los hombrecitos nocturnos, alguna razón distinta de la que
puede parecer a primera vista. Es difícil imaginar que la ira esté provocada
por alguien al que nunca has visto y lo cierto es que nunca he visto a ninguno.
Sólo recuerdo las imágenes que tengo de ellos, las estatuillas en algún jardín
de alguna cursi segunda residencia y alguna imagen en algún viejo libro de
cuentos en las estanterías de mi habitación en casa de mis padres, en la que
aún descansan los libros de mi niñez.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cada vez tengo más claro que esos
pequeños hombrecillos son una excusa, un recurso literario para expresar la
rabia que me produce mi incapacidad para tener los papeles ordenados. Ése, y no
otro, es el motivo de mi frustración.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desplazar la responsabilidad es un método
que utilizamos con frecuencia. Trasladamos nuestras deficiencias y el vértigo
que nos produce el esfuerzo necesario para corregirlas, hacia los otros. Y si
los otros no existen, los inventamos. Puede tener sus ventajas, pero también
tiene sus limitaciones.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La limitación principal es que los demás,
ésos que sí son reales, saben muy bien que los duendes no existen. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No nos conviene caer en esa tentación,
porque, aunque parezca que es una estrategia que nos puede ser útil, estamos
firmando una pesada hipoteca que a la larga puede salirnos cara y en el peor de
los casos arruinarnos completamente.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Puede parecer que estoy escribiendo un
sermón desde el púlpito que me ofrecen estas páginas. Nada más alejado de mi
intención. Del mismo modo que critico las excusas, me revelo frente a los que
se autoinculpan de todo lo malo que nos sucede. Saber encontrar el equilibrio,
encontrar el centro de la circunferencia en la que nos movemos debería ser una
condición importante antes de escoger el camino a seguir, pero al mismo tiempo
deberíamos tener muy en cuenta que si el momento de escoger se acerca
peligrosamente, la opción prioritaria debería ser la que depende exclusivamente
de nosotros. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En los momentos que la tempestad arrecia,
nuestros valores, nuestra misión al fin y al cabo, deberían ser el faro que nos
guíe. En los momentos de zozobra, de cabreo mayúsculo por el deterioro del
negocio y por la inseguridad en el cobro de los servicios prestados, es
importante saber discernir entre lo que son incumplimientos de los otros y lo
que es responsabilidad nuestra.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando hablo de nuestra responsabilidad
no me estoy refiriendo a lo que hemos hecho mal o lo que hemos dejado de hacer,
sino a lo que deberíamos estar cambiando. Ésa es nuestra responsabilidad en
estos momentos. Lo que va a suceder en nuestro entorno, lo que depende de los
otros, es una circunstancia, pero la reflexión y la decisión sobre lo que es
preciso que nosotros hagamos no es circunstancial, es esencial.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Podemos sentirnos conformados, como yo he
hecho con los hombrecillos nocturnos, traspasando nuestra ira a los demás, pero
esta maniobra no va a evitar nuestra irresponsabilidad si lo que pretendemos es
evitar tomar las decisiones que las circunstancias presentes requieren.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Gandulff es el más viejo de la tribu,
tiene cuatrocientos treinta y tres años y vive con Martina y sus cuatro hijos
en el interior de un árbol del bosque de las tierras del Norte. Es un tipo
apacible al que le gusta pasear por el huerto donde cultiva diminutas
berenjenas y pimientos. Es cultivado y sabio. Le gusta leer los libros antiguos
en los que se hace referencia al antiguo conocimiento. En algún capítulo de
esas páginas viejas aparecen descritos unos frágiles gigantes de raras
costumbres. Sus antepasados parece que los conocieron, pero él ni los ha
conocido ni tiene muchas ganas de toparse con alguno de ellos. Todo indica que
están un poco locos y él lo que quiere es vivir tranquilo y en paz con su
familia y sus amigos. </span></span></div>
Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-9723893453659189672012-10-16T12:25:00.000+01:002012-10-16T12:28:46.231+01:00Anochecer<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjvG15JEjWsaXZsNdLuczOeT3B2cBR2opvIMgdkkigmrhZ-n8_h1K5HI4Xu_MoEALxTwQlHk5bIKSeKY6rS23CDrIHibDxwhOfhZfsc-mj_CzaRWUW6l_vJiAP9THPlK7kRFXvsYIyZ-Up/s1600/planeando478.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjvG15JEjWsaXZsNdLuczOeT3B2cBR2opvIMgdkkigmrhZ-n8_h1K5HI4Xu_MoEALxTwQlHk5bIKSeKY6rS23CDrIHibDxwhOfhZfsc-mj_CzaRWUW6l_vJiAP9THPlK7kRFXvsYIyZ-Up/s320/planeando478.jpg" width="248" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Son casi las nueve de <st1:personname productid="la tarde. Podría" w:st="on">la tarde. Podría</st1:personname>
también decir de la noche, aunque para describir el momento de principio de
agosto al que me refiero lo más ajustado a la realidad sería utilizar la
palabra anochecer. La magia de las palabras tiene eso, creemos que un engranaje
de precisión como el de las ruedas dentadas de los relojes nos permite
establecer el tiempo con precisión, pero lo cierto es que la situación de las
manecillas en la esfera, por muy precisa que sea, no tiene la capacidad de
describir el momento en el que vivimos como la tiene una palabra adecuada.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Podría intentar ser aún más preciso y
decir: son las ocho y cuarenta y siete minutos y treinta y tres segundos, que
es la hora que indica el reloj, pero aunque pudiera parecer que el método me
permite describir el momento concreto con absoluta precisión, tampoco lo
lograría, porque mientras lo estoy escribiendo, en este momento, al fin y al
cabo ya no es esa hora. Son o serían, y cuarenta y ocho y tres segundos, y
tampoco lo serían ya. Nunca conseguiría mi objetivo. El tiempo no puede
atraparse en una cajita por mucha ingeniería compleja que contenga. Nos quedan
las palabras. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Anochecer es una palabra que apacigua la
angustia que nos provoca nuestra incapacidad de atrapar el tiempo. Es como una
red mágica con la que podemos pescar el agua del mar en el que vivimos. Los
relojes sólo son capaces de recordarnos con una tozudez impertinente toda el
agua que se nos escurre entre los dedos, en cambio anochecer nos describe ese
momento en el que se encuentra la añoranza del día que se va y el misterio de
la noche que viene.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Anochecer nos sirve tanto para los
abruptos finales de los días invernales como para las suaves despedidas de los
veraniegos. Es una palabra ligada íntimamente a la vida, no como la hora
dictada por el reloj que no deja de ser una prótesis que nos permite ubicarnos
en ella, pero que no nos dice nada de ella.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Anochecer es una palabra capaz de
describir con la austeridad de nueve letras toda la complejidad del movimiento
de nuestro mundo. Explica el giro de nuestro planeta, el orden astronómico que
regula nuestros días y nuestras noches. Es el título adecuado para el
espectáculo de la vida y del tiempo. Mejor empezar mi artículo de este infernal
verano con una frase más viva que la que nos puede proporcionar ese artilugio
del que nos sentimos tan orgullosos, pero que no nos lleva mucho más allá de su
esfera perfecta.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Está anocheciendo. Mucho mejor. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estoy apoyado en el murito que hace las
veces de baranda del terrado de casa. El terrado es un rectángulo de unos
cuarenta metros cuadrados en el que, a menudo a partir del anochecer, nos
reunimos para cenar con la familia y los amigos unas sardinas braseadas
mientras, todos juntos, nos dejamos arropar por las sábanas negras de la noche.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando la rendición del sol ya es una
evidencia, subo a la azotea para verlo partir. Siempre se va con la dignidad y
el orgullo que tienen los dioses. Es un momento solemne, muchas veces incluso
el indomable juguetón, el mar, parece sentar la cabeza y muestra un cierto
respeto por la marcha de su compañero de juegos. Quieto, en silencio, intento
notar en el roce de la brisa que aparece como una suave balada, el rastro del
movimiento del sol y de las estrellas que se están acercando. Algunas veces parece
que logro mi objetivo. En esos momentos tengo una sensación paradójica. Soy
como un gigante en un universo sin límites en el que me siento diminuto. Una
porción del universo, un neutrino capaz de atravesar cualquier barrera sin
esfuerzo. Me siento cerca de un misterio vedado a los que transitamos por el
paraíso propiedad de los dioses. Cuando vivo estos momentos no pienso en nada
más que en vivirlos, pero cuando recuerdo que los he vivido me digo que debería
aprovecharlos más cuando los estoy viviendo. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El anochecer es una oportunidad de vivir
un momento decisivo, es el momento en el que hemos de atrevernos a entrar en la
oscuridad misteriosa de la noche, teniendo aún entre los dedos la seguridad de
la luz del día. El anochecer requiere esa chispa de valentía que permite cruzar
la frontera entre la seguridad y la aventura. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No estoy de acuerdo con los que sólo ven
melancolía en esos momentos que se tiñen de rosa y gris, en esos en los que un
velo vaporoso va cubriendo todo el paisaje, como si lo difuminara. El anochecer
es un momento para estar seguro de los colores con los que has vivido y
dispuesto a vivir sin ellos. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los días de verano que subo a mi atalaya
privilegiada puedo gozar de una despedida larga que te da la oportunidad de
asimilar que debes dejar lo que ha sido tu mundo y que deberás enfrentarte al
mundo escondido de la noche. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Después de muchos de esos anocheceres
tengo el pleno convencimiento que el sector está viviendo uno de estos
momentos. No porque el momento que nos está tocando soportar sea especialmente
bello ni placentero, pero veo un paralelismo en lo que de transición tiene el
anochecer. Un mundo en el que hemos vivido seguros se nos va y aún estamos a
tiempo de comprender que un nuevo mundo se va acercando y que deberemos
prepararnos para vivir en él. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Algunos no van a poder superar la
añoranza de lo que se va, van a quedarse embobados con los rayos de sol que aún
brillan por detrás de las montañas, pero esos destellos son sólo el anuncio de
la llegada de la luna. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Son casi las once. Es negra noche y una
luna plateada baña las laderas desde las que Sant Pere de Rodes vigila <st1:personname productid="la bahía. La" w:st="on">la bahía. La</st1:personname> conversación
con los amigos es animada y va a alargarse aún bastantes horas. Nada se ha
acabado, todo ha cambiado. Hablamos del paseo por los senderos que nos han
llevado a Sant Baldiri, del silencio que nos ha acompañado y del que hemos
disfrutado durante la caminata, pero ahora en el mundo manda la noche.</span></span></div>
<br />Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-4415651004437982682012-10-02T09:42:00.000+01:002012-10-02T09:42:01.066+01:00Crisis<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji0WA70DhPqo7R8cewyJteuJCDzFB88JiHNylNuqV1I0Ymh4p-u33COknqlraYVAC8xF_pvgZR1-6vl0ILIGd0byjo551Ny8VE4GKGhieGiBH8hki89AIG8uwJv-YSbw0neEkeppu1nw5W/s1600/planeando477.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji0WA70DhPqo7R8cewyJteuJCDzFB88JiHNylNuqV1I0Ymh4p-u33COknqlraYVAC8xF_pvgZR1-6vl0ILIGd0byjo551Ny8VE4GKGhieGiBH8hki89AIG8uwJv-YSbw0neEkeppu1nw5W/s320/planeando477.jpg" width="248" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:personname productid="Pablo Colomer" w:st="on"><span lang="ES-TRAD">Pablo Colomer</span></st1:personname><span lang="ES-TRAD"> Arribas
nació en Cuba, pero casi no se acuerda de ella. Su abuelo <st1:personname productid="Pablo Colomer" w:st="on">Pablo Colomer</st1:personname> Estany aún
es el propietario legal de una casa en La Habana, pero él se resiste a ir a
visitarla. Teme encontrarla desconchada y habitada por personas que nada tienen
que ver con su familia. Su padre, <st1:personname productid="Pablo Colomer" w:st="on">Pablo Colomer</st1:personname> Rosique volvió <st1:personname productid="a Barcelona" w:st="on">a Barcelona</st1:personname> en los días en
los que el ejército capitaneado por Fidel Castro derrotó al dictador Pedro
Batista y Zaldívar y el mundo cambió para su familia; él entonces tenía tres
años. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De vez en cuando me cuenta que recibe
cartas de amigos de sus padres que viven en Miami. Me guarda los sobres de esas
cartas porque conoce mi afición filatélica y aprovecha la ocasión para hablar
de esos vagos recuerdos, casi espejismos, que almacena en los rincones más
oscuros de su memoria. Alguno de esos exiliados, antiguos amigos de sus
difuntos padres, transformados en ricos jubilados norteamericanos, le vienen a
visitar, y en alguna de esas contadas ocasiones hemos coincidido todos en una
cena o en algún cóctel en el jardín de su casa. En esas reuniones
transgeneracionales sólo existe un tema tabú: Cuba.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nos conocimos, como muchas veces sucede,
a través de un conocido –ahora, amigo– común. Jaime Colomines Perellada –el
nexo entre Pablo y yo– tiene una casita de veraneo cerca de la casa donde
veranean mis padres, en un recodo de un riachuelo muy próximo al paisaje
familiar en el que yo disfruté de mis veranos de mi etapa de púber y de
adolescente. En esos años Jaime y yo no nos conocíamos aún. Lo conocí años más
tarde cuando ambos ya estábamos casados, y fue entonces cuando empezó nuestra
relación. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jaime y Pablo se conocían desde algunos
años antes. Se conocieron mientras perdían el tiempo haciendo ejercicios
militares, cuando aún era obligatorio que los jóvenes españoles lo perdieran.
Yo no tuve que pasar ese trance gracias a mi diabetes, que ya empezaba a asomar
sus síntomas por aquellos años. Esa etapa castrense que los puso en contacto
–algo bueno tuvo ese periodo oscuro de su juventud– continuó con una serie de
episodios entrelazados que son parte del tramado sobre el que se tejió después
el tapiz de la pequeña historia de nuestra relación. Ahora somos tres parejas
de amigos. Los tres nos hemos casado y vivimos con las mismas parejas con las que
hemos tenido hijos. Alguno de esos hijos ya tiene hijos. Ya empezamos a ser un
grupo de jóvenes abuelos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Siempre me ha atraído el misterio que se
esconde detrás de las casualidades. Es una atracción por lo desconocido, la
misma atracción morbosa que tengo al mirar una larga ecuación diferencial.
Entre esos signos e incógnitas que esconde un orden, lo sé, lo intuyo al menos.
Allí, como un felino agazapado, está la clave de un gráfico concreto, se
esconde una línea que podrá ser dibujada en un marco formado por los ejes de
ordenadas y abscisas, pero que yo soy incapaz de descifrar.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La magia de estas carambolas históricas
reside en que no existe un hilo común que cosa un relato coherente. Los sucesos
van concatenándose sin orden aparente, pero algunas veces, pocas, se ordenan
como si fueran moléculas de dióxido de silicio y cristalizan. Nuestra amistad
es como un cristal de roca. Una bonita casualidad.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pablo viaja por todo el mundo vendiendo
maquinaria pesada para grandes empresas multinacionales. Conoce todos los
continentes, habla correctamente cinco o seis idiomas y se siente poco
arraigado en el país donde vivimos. Aún no sé si <st1:personname productid="es debido a" w:st="on">es debido a</st1:personname> su abandono
prematuro de la isla caribeña. De hecho, no tiene ni la nacionalidad del país
donde vive. El siempre dice que sólo se siente de su familia y poco más. Es un
individualista liberal que desconfía de cualquier cosa que desprenda cualquier
tufillo de control estatal. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:personname productid="Jaime es" w:st="on"><span lang="ES-TRAD">Jaime es</span></st1:personname><span lang="ES-TRAD"> un hombre de
derechas, le gusta la tradición y es un ferviente defensor de la familia
tradicional y de los valores religiosos católicos. Con los años y con los hijos
ha ido relajando la rigidez de sus ideas. Intuyo que ha ido valorando cada vez
más los sentimientos, va descubriendo que para él sus sentimientos son más
importantes que los dogmas de los otros. Es de esas personas a las que los años
les modela el carácter en vez de cincelarlo. Era el propietario de una empresa
familiar de curtidos que hace unos años tuvo que cerrar a causa de la
competencia de los productos venidos de Turquía. Ahora trabaja en una gran
compañía dedicada a la joyería, es el director de la sección de regalos para
empresas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace un par de años que la crisis
económica es un tema recurrente de nuestras conversaciones. Los tres la hemos
vivido y aún la estamos viviendo de distintas maneras.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A Jaime, el cierre de su empresa le
golpeó primero, aunque su optimismo le permitió superar el trance. En el fondo,
tuvo suerte de que su crisis particular se avanzara al gran tsunami que amenaza
con arrasarnos a todos. Ahora trabaja para una empresa muy sólida y, aunque las
ventas han disminuido, el sector del lujo es de los que resisten mejor los
embates de la recesión en el consumo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pablo decidió hace cuatro años, después
de muchos problemas contractuales, iniciar una aventura empresarial propia. Es
una persona orgullosa y con una capacidad de trabajo admirable, pero el
esfuerzo para superar la apatía del mercado le está suponiendo poner en riesgo
incluso su salud.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando vuelvo a casa después de alguno de
nuestros encuentros me siento más solidario con los demás. Comparto con mis
amigos la dureza de la situación y soy capaz de mirar un poco más allá de mis
propios problemas. Sé por sus palabras y por sus expresiones que les sucede lo
mismo que a mí con las suyas cuando les cuento los recortes constantes que
sufre el sector y la situación crítica que muchos de mis colegas están
soportando por los incumplimientos de los pagos por parte de la Administración.
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, nuestros mejores momentos
los tenemos cuando hablamos del futuro, del nuestro, el de nuestros hijos e
incluso el de nuestros nietos. </span></span></div>
Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-89180611073591418942012-09-14T07:55:00.002+01:002012-09-14T07:55:34.240+01:00El cangrejo<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuI9jCgfmI96AvLwWscAtZr3nl4VmcUgH6xTfUsi8RbFV_XEmn0xityH3fezVCNBfV9V9efl_iQtAPFt8bAeCG8HlhaKIBuREK1WwO-C_S09VFe853pKzxm-tklR15GfkXF8bzEX4li1j3/s1600/EF476+PLANEANDO.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuI9jCgfmI96AvLwWscAtZr3nl4VmcUgH6xTfUsi8RbFV_XEmn0xityH3fezVCNBfV9V9efl_iQtAPFt8bAeCG8HlhaKIBuREK1WwO-C_S09VFe853pKzxm-tklR15GfkXF8bzEX4li1j3/s320/EF476+PLANEANDO.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Uno de los fenómenos mágicos que suceden
en mi rincón escondido de l’Alt Empordà es lo que yo he bautizado con el nombre
de la hipertransparencia.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">(Escribo estas palabras unos días después
de que las llamas enfurecidas por una tramontana insensible y juguetona
arrasaran pinos, encinas y viñedos sin compasión. Recuerdo el día concreto, el
día en el que el viento se cansó de jugar. Ese día, un martes de julio, yo
estaba en el balcón delante de la bahía de Port de la Selva y el mar estaba
calmado; tenía una belleza fría que le daba una serenidad próxima a la altivez
que desprenden los que miran por encima del hombro. Me inquietaba su
indiferencia por el miedo y la rabia que aún estaban sufriendo los vecinos de
Port Bou, <st1:personname productid="La Jonquera Cantallops" w:st="on">La Jonquera
Cantallops</st1:personname>, Agullana, La Vajol, Darnius, Capmany, Sant
Climent de Sescebes, Boadella i les Escaules, Sant Climent de la Muga, Biure,
Terrades, Cistella, Pont de Molins, Llers y Figueres. Ese martes de julio fue
uno de esos días en los que se puede dar el fenómeno al que me refiero.)</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El resultado de mis observaciones indica
que el fenómeno puede presentarse después de un intenso episodio de tramontana
veraniega que limpia a fondo la atmósfera, durante la calma repleta de luz
brillante que invade el ambiente, el mar se mece imperceptiblemente, deja casi
de moverse y permite que afloren, con una brillantez aún mayor que la que
inunda la atmósfera de la bahía, todos los secretos que guarda bajo su manto
acuoso. En esos días, durante las horas que transcurren antes del ocaso, a
media tarde, me gusta sentarme en una roca de la que reciben las caricias del
mar y poner los pies en remojo. Disfruto de un tiempo que va perdiéndose sin
sentir añoranza del tiempo perdido. Es entonces, cuando me quedo absorto mirándolos
posados encima de las piedras del fondo. Puedo recrearme observando todos los
detalles de ese limitado paisaje, que por el efecto de la hipertransparencia se
muestran con toda minuciosidad, y los minutos pasan mientras yo voy
tranquilizándome a causa de la agradable sensación de poder ver la realidad con
una claridad que evita la mentira o el engaño, esa nebulosa que a menudo invade
nuestra percepción de las cosas, el frondoso bosque de sombras en el que nos
perdemos tan a menudo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En una de esas peculiares tardes pude
observar detenidamente un pequeño cangrejo. Estaba escondido entre las piedras
que brillaban como esferas enceradas, con sus cantos pulidos por el roce
constante de unas con las otras. Tenían el brillo parecido al de unas bolas de
billar, pero no el color cremoso del marfil sino el del estampado caótico en el
que se mezclan los grises, blancos y negros de las rocas provenientes de las
montañas que van a morir a estas aguas. El pequeño crustáceo estaba inmóvil,
escondido en un recoveco. Sólo la hipertransparencia me permitía distinguir sus
pequeñas pinzas que enfilaban hacia mí. No creo que fuera muy consciente de mi
presencia, porque no conozco el efecto de la hipertransparencia a la inversa,
pero las circunstancias meteorológicas especiales evitaban que pudiera
continuar pasando inadvertido para mi vista.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La confluencia de diferentes
circunstancias meteorológicas son las que provocan la hipertransparencia, del
mismo modo que la alineación total de los planetas del sistema solar provoca
–según las supersticiosas predicciones de los agoreros de turno– grandes
catástrofes, incluso alguno de estos charlatanes de la pseudociencia pronostica
que esta casualidad astronómica es el inicio del fin de nuestro mundo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque cualquier informe con un mínimo de
seriedad sobre el pico de la crisis financiera, económica y política que
estamos sufriendo en nuestras carnes y en nuestros bolsillos no tiene en cuenta
este fenómeno astral como una de las causas que la originan, lo cierto es que
la catástrofe en la que estamos inmersos coincide en el tiempo con la
alineación planetaria que sucederá este año. Espero sinceramente que se trate
de una coincidencia sin más.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por ahora he evitado caer en la tentación
de creer los pronósticos del ejército de chamanes, brujos, estudiosos del
calendario maya y otros charlatanes, pero tampoco puedo evitar comparar esta
coincidencia de proporciones planetarias con las coincidencias más locales que
provocan la hipertransparencia y voy a caer de pleno, de hecho ya lo he hecho,
en la tentación de escribir sobre las coincidencias que existen entre las
consecuencias del fenómeno sobre la pérdida de invisibilidad de mi pequeño
cangrejo y las consecuencias que tiene la de la conjunción de planetas sobre la
pérdida de invisibilidad de la farmacia. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El cangrejo vivía tranquilo en su agujero
de Les Clisques sin que yo supiera que estaba allí. En cambio ahora nada de lo
que haga pasará desapercibido e incluso puede llegar a ser el protagonista del
paisaje que voy a estar observando mientras mantengo los pies en remojo. La
farmacia vivía también tranquila en su oasis. Protegida por un velo que la
hacía inmune a las miradas indiscretas de otros sectores. Durante décadas,
había logrado construir un refugio confortable de estabilidad económica, aunque
lo cierto es que estaba inmersa en un mar en el que la ferocidad de la ley de
la supervivencia es la norma, pero la crisis económica y sus consecuencias
sobre las arcas públicas la han situado en el centro del foco.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mientras ese martes de julio estaba
intentando buscar comparaciones entre el cangrejo y la farmacia, un cosquilleo
ligero recorrió el dedo gordo de mi pie izquierdo. Recuerdo que mi pequeño
amigo había decidido abandonar su refugio y andaba decidido hacia algún sitio
desconocido. La aventura que iniciaba mi pequeño amigo también me sirve para
poder acabar este artículo. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La farmacia se equivocará si cree que el
velo protector va a caer sobre ella otra vez, no volverá a ser invisible nunca
más. Deberá tomar la decisión de emprender un viaje y arriesgarse a convivir
con todos los peligros del mar abierto. No hay más remedio, y además quien nos
tiene enfocados es mucho mayor que nosotros y no está de vacaciones como yo lo
estaba ese martes mágico, y además siempre corremos el riego de que tenga
hambre y le apetezca un arroz de cangrejo. </span></span></div>
Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-46443847152450355582012-07-26T10:13:00.000+01:002012-07-26T10:13:00.119+01:00El sueño<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQB_6hdZW2hcnyDVC77DM3BfeNNpAkq1NB8wg9ZHKAFokNm_nVD54NUUs1t43mgJJJhrd96NOuXusCJ1RGQwhxKybMDNw2TbzPAIO9k6_3x7FrZbWrbWSP7qpzmlmyN1hIklqNcz9h_9w3/s1600/planeando475.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQB_6hdZW2hcnyDVC77DM3BfeNNpAkq1NB8wg9ZHKAFokNm_nVD54NUUs1t43mgJJJhrd96NOuXusCJ1RGQwhxKybMDNw2TbzPAIO9k6_3x7FrZbWrbWSP7qpzmlmyN1hIklqNcz9h_9w3/s320/planeando475.jpg" width="248" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Junio, a partir de la verbena de San
Juan, está siendo un mes caluroso y caliente. El bochorno se apodera de las
noches y el plomo de la solana te aplasta durante el día. Durante este inicio
del verano, la inquietud y la incertidumbre se han asociado a la climatología y
es difícil encontrar un rincón en el tiempo o en el espacio en el que el
cerebro se pare y en el que el cuerpo deje de ser una pesada carga. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo más cercano a ese deseado oasis lo
encuentro en las primeras horas de la mañana, de seis a ocho. En esas horas, si
me coloco en el rincón adecuado del salón, en la esquina del sofá que tengo
reservada para escribir o para divisar la pantalla de la televisión, logro
notar un suave airecillo que me conforta. Los sonidos habituales del patio
interior aún pueden diferenciarse del ruido de fondo de la ciudad, incluso es
posible escuchar algún chillido de los vencejos o de las golondrinas que vuelan
entre los edificios que van desperezándose al mismo ritmo que los azules de la
madrugada van virando hacia los amarillos de la mañana. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy ha sido uno de esos días en los que
esas horas son una joya a pesar de que la noche que las ha precedido no haya
sido apacible. Durante las horas oscuras, la tensión acumulada parecía un saco
de arena encima de la boca del estómago y solo cuando los fríos azules de la
madrugada van esparciéndose con sigilo como una invasión sutil que acabará
ganando la guerra eterna entre la luz y la sombra, el peso muerto que me ha
oprimido va desapareciendo poco a poco.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">He quedado para desayunar con un viejo
amigo con el que había perdido el contacto. Nos reencontramos hace unas semanas
en la boda del hijo de una amiga común. Es un gran conversador y nos
intercambiamos los números de teléfono. Hace unos días le llamé y fijamos la
fecha en la que volveríamos a vernos. Él desayuna, por lo que me comentó, en un
pequeño bar familiar que está situado cerca de su casa, en la retícula de
calles estrechas y elegantes que conforman el barrio ubicado entre <st1:personname productid="la Vía Augusta" w:st="on">la Vía Augusta</st1:personname> y la Travessera
de Gràcia. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">He llegado puntual al punto de encuentro
que habíamos fijado siguiendo una ruta que transita por esas calles estrechas
que a esta hora están tranquilas y en las que aún la sombra de los árboles
conserva un alegre frescor.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi amigo está tomando un té con leche
mientras lee la última página del periódico en la mesa situada en la esquina
del fondo del bar. Es un local pequeño al que se accede bajando dos escalones,
pero no tienes la sensación de entrar en un local subterráneo, es un bar luminoso,
porque las paredes son una cristalera continua de ventanas por las que se ve
pasar a la gente yendo hacia la oficina o a la escuela.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Hola, ¿qué quieres tomar?</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Tomaré un cortado y un bocadillo de
jamón.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Tu rostro demuestra que no has dormido
bien.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¿Tanto se nota? Esperaba que el
trayecto hasta aquí fuera un buen cosmético. Pero lo cierto es que estos meses
han sido devastadores para mi ánimo. La precipitación con la que las
Administraciones pretenden aplicar las medidas están poniendo a los farmacéuticos
en una situación muy comprometida.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Ya he leído que esta semana habéis
tenido muchos problemas. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Es decepcionante ver como la
improvisación se impone sobre la reflexión y la planificación.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Debes animarte. ¿Cuántas horas has
dormido?</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– A las dos de la madrugada ya estaba
despierto y no me he podido dormir hasta las seis y a las siete y cuarto ya
estaba duchándome. El tiempo justo para tener un sueño extraño.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– ¿Te acuerdas de ese sueño extraño? Me
interesan los sueños, a veces los utilizo para escribir mis libros.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">«La moto está aparcada delante de una
gran puerta de madera, junto a unas bicicletas. Las llaves, dos llaves
distintas, están colocadas en el contacto. Es roja, pero no es una moto nueva.
Parece repintada. El instante en el que subo a ella, el instante en el que
decido llevarme una moto que no es mía, no es un momento dramático de <st1:personname productid="la historia. De" w:st="on">la historia. De</st1:personname> repente
estoy conduciéndola y observo la rueda delantera que está gravemente
deteriorada. La carretera por la que circulo sube hasta una zona residencial
que me recuerda el barrio de torres de veraneo en la Plana de Vic. Sin embargo,
y sin que suceda nada especial, tengo la necesidad de devolverla al lugar en la
que estaba. Todo sucede sin bajar en ningún momento de la moto y sin hablar con
nadie. La carretera de vuelta me recuerda el tramo que cruzaba el pueblo de
Tona. Al llegar al cruce con la calle que se dirige a la plaza de la iglesia, y
al intentar girar a la izquierda me encuentro con un gentío que no deja
resquicio para tomar ese camino. Parece que la muchedumbre está celebrando una
fiesta popular, la gente baila y hay algún tenderete en el que se sirve algún
plato, creo que una paella, aunque no puedo asegurarlo porque los sueños no
huelen. Continúo carretera abajo y sin darme cuenta estoy conduciendo entre
gente que grita y baila dentro de una casa enorme. Estoy conduciendo entre
gente que está en una especie de juerga que no logro entender y que abarrota
todos los rincones de esa especie de vetusto palacio de grandes estancias y de escalinatas,
por lo que no logro dejar la moto en ningún sitio. En un rincón más tranquilo
veo una puerta entreabierta y entro en la habitación que está vacía. Es un
dormitorio en el que veo una gran cama deshecha. Entra en la habitación,
mientras estoy buscando un lugar para aparcar la moto, mi tata Julia…» En este
punto el sueño y la vigilia se empiezan a mezclar en un proceso osmótico en el
que me confundo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Es raro tu sueño. ¿Crees que tiene que
ver con lo que te está sucediendo estos días?</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– No lo sé. No acostumbro a recordar los
sueños ni a contarlos. A menudo hablamos de los sueños como reflejos de
nuestros anhelos, pero la realidad de estos días puede tener algo que ver con
mi sueño, ya que hace unos meses que todo ha sido una mezcla confusa de órdenes
precipitadas que critico profundamente porque de ellas se desprende una falta
total de sensibilidad respecto a los ciudadanos y de respeto respecto a los
profesionales.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Necesitas vacaciones, aunque me temo
que los motivos de tus quejas van a continuar aquí cuando vuelvas. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No tengo
suficiente ánimo para rebatir su vaticinio. Al menos el bocadillo es de buen
jamón.</span></span>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-10741254024810923412012-07-06T10:36:00.001+01:002012-07-06T10:36:45.094+01:00Pla<br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUkCpPNTmlfBIEED2Fz-NHaSlo1-JB9XQ9noqXAMKYdkmSCpqrFK4AABhLTND1iWK4MvwtfpzCplgUFyElZ7l0xw2GycUAg1MTf3EDidGwTMIqtoFN0irenpwwhjq50xxrvyjgTQffh1FW/s1600/planeando474.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUkCpPNTmlfBIEED2Fz-NHaSlo1-JB9XQ9noqXAMKYdkmSCpqrFK4AABhLTND1iWK4MvwtfpzCplgUFyElZ7l0xw2GycUAg1MTf3EDidGwTMIqtoFN0irenpwwhjq50xxrvyjgTQffh1FW/s320/planeando474.jpg" width="248" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una de las cosas buenas que tiene
escribir es que puedes contar mentiras y se nota mucho menos que si las cuentas
de viva voz, y una de las malas de escribirlas es que mientras que las dichas
puedes intentar olvidarlas, las escritas quedan grabadas en un soporte mucho
más duradero que la memoria. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estos días,
previos a la llegada del verano, en los que el deseo de olvidar temporalmente
la tensión que ha sido la protagonista de muchos momentos de este curso va
transformándose en una obsesión, releo algunos de mis artículos escritos
durante estos seis últimos años. Los releo para encontrar alguna pista en lo
que ya he contado de alguna cosa que aún no haya hecho. Releo con la esperanza
de encontrar allí, entre lo que ya he dicho, lo que no encuentro entre lo que
podría decir, porque toda la pesada carga de pesimismo acumulado durante el
duro viaje de estos últimos meses deja poco espacio para encontrar en mi
maltrecha imaginación algunas palabras optimistas que tengan sentido. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me apetece contaros
algo que sin ser un cuento, una mentira al fin y al cabo, haya sido
satisfactorio de verdad, una historia de esas que son claras, una historia
sencilla sin ambages, algo que no sea simplemente una pequeña estrella en un
cielo oscuro y que mi artículo sirva a modo de telescopio para transformar lo
que es realmente un simple puntito de luz en un sol majestuoso. Busco y rebusco
en los más de mis cien artículos y no soy capaz de encontrar esa historia no
escrita, esos huecos luminosos entre las palabras, pero entre ellas sólo soy
capaz encontrar el vacío. No está ahí lo que busco.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Antes de
atreverme a escribir estas palabras he hablado de la sequía que me cuartea las
ideas con alguno de mis buenos amigos, y algunos de ellos, cuando les cuento lo
que ahora os estoy contando me recomiendan una pausa, un receso. Atribuyen mi
falta de ideas al pesimismo construido por la acumulación de malas noticias.
Son buenos amigos, pero no estoy de acuerdo con ellos. No es el pesimismo lo
que me impide encontrar algo nuevo que contaros. El pesimismo es una actitud
que se construye después de una reflexión sobre la realidad, y lo que ahora
busco no está basado en una reflexión, no me apetece –de ésos ya he escrito
unos cuantos– volver a escribir una historia basada en una reflexión. Creo que
podría volver a escribir alguno de ésos, pero ahora busco una historia que
fluya como una fuente fresca en un rincón húmedo y oscuro de un bosque de
helechos. Palabras claras que afloren por una brecha del interior de una
montaña de roca oscura.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:personname productid="Lluís es" w:st="on"><span lang="ES-TRAD">Lluís es</span></st1:personname><span lang="ES-TRAD"> uno de estos amigos que se preocupan por mí y que me aconsejan
un descanso. Nos hemos visto a menudo aunque el vive en Girona, porque juntos
hemos estado bregando durante cuatro años con las tribulaciones del sistema que
soporta la receta electrónica de Catalunya. Han sido unos años en los que ha
tenido que bajar a la capital casi cada semana y yo le agradezco el esfuerzo y <st1:personname productid="la paciencia. Es" w:st="on">la paciencia. Es</st1:personname> una
persona de apariencia tranquila que es un fiel reflejo de su carácter, y aunque
compartimos la estatura, no nos parecemos en el carácter, yo no puedo evitar
que la sangre me suba a la cabeza y él casi siempre la tiene fría. Compartimos
el gusto por la buena mesa, pero también aquí tenemos diferencias. Él disfruta
degustando lo que él mismo cocina y yo me limito a la degustación, ya que si
hiciera lo mismo que él sólo podría comer algún que otro huevo frito.
Compartimos también la afición por el baloncesto y los dos seguimos a nuestros
hijos por las pistas catalanas, aunque los míos ya prefieren que les vayan a
ver sus respectivas novias, lo que es un síntoma más de la decena de años que
nos separan.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tiene una cara
de niño grande, si no tuviera la barba tan cerrada parecería la cara de un
adolescente feliz y se mueve con unos gestos siempre un poco más lentos de lo
que espero. Tiene un ritmo parsimonioso. Esa tranquilidad que desprende creo
que ha servido para compensar mi efusividad y formar así un equipo eficiente.
Hemos compartido muchas negociaciones con gente alejada de nuestra profesión,
con una cohorte de ingenieros de telecomunicaciones, informáticos y gerentes,
pero también hemos mantenido muchas conversaciones sobre el futuro de la
farmacia y sobre los cambios en las organizaciones que la representan para que
ésas aumenten su eficiencia. Tiene una visión moderna de lo que nos conviene,
alejada de las convenciones imperantes, pero al mismo tiempo mantiene la
prudencia del que conoce los riesgos de mover las cosas demasiado deprisa y
correr el riesgo de que se rompan.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No voy a poder
descansar como me aconseja Lluís, él sí. Los avatares de las urnas han sido los
que han propiciado que los días de nuestro pequeño equipo se hayan terminado.
Las reglas de esta liga en la que jugamos son así. Los dos lo sabemos. Aunque
no puedo obviar la tristeza por su marcha, esta despedida forzosa es la que me
sirve para poder escribir palabras sencillas, claras y sinceras. Eso que estaba
buscando y que me resultaba difícil encontrar. Gracias.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Muchas de tus
ideas van a servir para que las dispensaciones de receta electrónica continúen
funcionando con fiabilidad, para que la red de los farmacéuticos cada vez esté
preparada para asumir proyectos más ambiciosos, y muchas de nuestras
reflexiones me van a servir a mí para continuar bregando, eso no te lo quita
nadie, y yo, que tengo la posibilidad de dejar algo escrito no quiero perder la
oportunidad de contar algo de verdad. Nuestra pequeña historia de estos cuatro
años y mi agradecimiento sincero por todo el esfuerzo y el talento que has
dedicado al equipo al que has pertenecido. Tienes la camiseta retirada en el
pabellón de mi memoria. </span></span></div>
<br />Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-63898261258336703622012-06-22T13:26:00.003+01:002012-07-06T10:46:43.232+01:00Azul<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX_bJvxzOro1Oa-iDSkBeht5k81s4SaabRGR89FTMw0zp8AcKs8Wgl1vYeqR0TwrKyVutFna-lHPmvofXFpl3c9kGtJfsarW_37BIRQMYa2z7i_iJtilAs8QXEEEKulwL0ezwuxD8uzg2w/s1600/planeando473.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX_bJvxzOro1Oa-iDSkBeht5k81s4SaabRGR89FTMw0zp8AcKs8Wgl1vYeqR0TwrKyVutFna-lHPmvofXFpl3c9kGtJfsarW_37BIRQMYa2z7i_iJtilAs8QXEEEKulwL0ezwuxD8uzg2w/s320/planeando473.jpg" width="244" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 11.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 11pt; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="background-color: white; line-height: 11pt;">Cuando te diriges hacia el norte por </span><st1:personname productid="la carretera N-260" style="background-color: white; line-height: 11pt;" w:st="on">la carretera N-260</st1:personname><span style="background-color: white; line-height: 11pt;">
dejando atrás la capital de l’Alt Empordà, aparece delante de tus ojos una
larguísima línea de asfalto que parece dibujada por el tiralíneas de un
arquitecto, que atraviesa el llano que linda por el este con una de las zonas
húmedas con más riqueza botánica y ornitológica de Catalunya, els Aigüamolls de
l’Empordà, y a lo lejos, hacia el noroeste, por las postrimerías marítimas de
los Pirineos que dibujan una franja estampada de colores superpuestos que van
del violeta hasta el gris verdoso. La línea recortada de la frontera más
cercana en la que aún se oyen los ecos remotos de los lamentos de los
perdedores cruzándola por el Coll de Lli en La Vajol, el pueblo más pequeño de
la comarca que durante unos días convulsos de nuestra historia fue la última
sede en territorio español de la Presidencia de la República y del Gobierno y
que acogió durante cuatro días a Manuel Azaña, antes de su partida hacia el
exilio francés a la que siguió la del presidente de </span><st1:personname productid="la Generalitat Lluís Companys" style="background-color: white; line-height: 11pt;" w:st="on">la Generalitat Lluís
Companys</st1:personname><span style="background-color: white; line-height: 11pt;"> y la del presidente del Gobierno Vasco José Antonio
Aguirre.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">La carretera se
dirige como una lanza a la brecha existente entre la cara sur de la sierra de
la Verdera coronada por el monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes y la
sierra de l’Albera en la que está situada la abadía benedictina de Sant Quirze
de Colera a la que se accede desde Rabós, un pueblecito escondido donde pude
saborear, durante una verbena de San Juan de hace treinta años, la mejor sardinada
de mi vida, en la que las sardinas subastadas en la lonja de Llançà fueron
braseadas por el fuego de los sarmientos encendidos en el empedrado de la
plaza. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Siempre que
llego a ese tramo del viaje me siento transportado por una cinta mágica que une
el museo Dalí de la rambla de Figueres con los huevos metafísicos de la casa
del pintor surrealista en Port Lligat. Este paseo por el reino de la tramontana
transcurre, paralelo a la vía del tren que acabará cruzando la frontera unos
treinta kilómetros más al norte en la majestuosa estación de Port Bou, entre
maizales, vides y olivos, hasta Vilajuïga, el pueblo que guarda en su subsuelo
el manantial de las aguas mineralizadas y ligeramente gaseadas que aderezan con
exótica alegría las comidas a los que nos agrada notar el sutil chispeo de las
aguas con gas, y que finaliza cuando llegas a las ruinas del Castillo de
Carmençó para atravesar el Coll de Canyelles </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una vez
atravesada la meta, al final de la larga recta, y después de un corto repecho,
y si la brisa sube de la costa y tengo los sentidos atentos, puedo oler el mar.
Un mar que aparece después del leve descenso por la carretera que ahora se
retuerce entre las laderas desnudas de las rocas que muy pronto llegarán hasta <st1:personname productid="la costa. Después" w:st="on">la costa. Después</st1:personname> de
una de esas curvas de derechas que me conducen a Llançà, el mar aparece como
una mancha de azul homogéneo que linda con otra mancha azul celeste por la
línea engañosamente recta del horizonte. Este momento es como un beso esperado,
pero que no por serlo es igual al último beso guardado en <st1:personname productid="la memoria. Es" w:st="on">la memoria. Es</st1:personname> un paisaje
que sé que voy a ver, pero que continúa removiendo algo cerca de la boca del
estómago cada vez que aparece. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">El mar azul y
el cielo azul entre las rocas del macizo del Cap de Creus es una descripción
rigurosa de ese paisaje, pero cuando la emoción de ese momento decae y voy
acercándome al último tramo del viaje, el que transcurre por el camino de ronda
entre Llançà y Port de la Selva voy entendiendo que las cosas no son tan
sencillas como parecen. Esa mancha de azul homogéneo va mostrándose tal como es
realmente, un crisol de verdes y azules que van mezclándose con trazos
desordenados de blanco que aparecen al ritmo que marca el viento. No puedo
decir que el mar no sea esa mancha maravillosa que me emociona, pero el mar no
es sólo eso. El mar es diverso. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa manera de
ver las cosas tiene un gran parecido con la que muy a menudo aplicamos cuando
se describe <st1:personname productid="la farmacia. Con" w:st="on">la farmacia.
Con</st1:personname> demasiada frecuencia miramos el sector como un universo
uniforme, monocolor, pero si nos acercamos a él con la actitud del que mira un
cuadro nos encontramos un universo de contrastes. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nuestro sector
es la suma de diminutos universos aislados unidos por leves conexiones, pero
cada uno de ellos tiene características muy distintas que pueden incluso
hacerlos extraños entre ellos. Estas diferencias no son sólo económicas, que
las hay, sino que también existen diferencias sociológicas y vocacionales. Por
esta razón cualquier intento de explorar alternativas a la situación de
incertidumbre en la que se encuentra el sector que no tenga en cuenta su
extraordinaria diversidad no tiene ninguna posibilidad de tener éxito.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque es
imprescindible aumentar la fuerza de las actuales conexiones entre farmacias
desarrollando una cartera de servicios susceptible de ser contratada por el
sistema nacional de salud que aumente el valor sanitario del conjunto de las
farmacias, no hay más remedio que contemplar que las alternativas válidas van a
ser también necesariamente diversas si no queremos correr el riesgo de que
algunos puedan sentirse excluidos de la solución propuesta.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 8.5pt;">
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Encontrar el
equilibrio entre lo colectivo y lo individual va a ser una de las claves del
éxito de las propuestas de futuro, siempre y cuando seamos verdaderamente
conscientes de lo que significa estar trabajando para <st1:personname productid="la farmacia. Ni" w:st="on">la farmacia. Ni</st1:personname> el mar
es ese azul que aparece detrás de la curva a derechas, ni el sector puede ser
contemplado como un conjunto uniforme de establecimientos sanitarios cortados
por el mismo patrón. Sería más fácil, pero no es así, ni el mar ni la farmacia. </span></div>
</div>
</div>
</div>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-24877244819437655412012-06-12T14:02:00.002+01:002012-06-12T14:07:34.710+01:00Laura<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnaJEPnwr_7hbjmgcnf4P9uslxzcCJmgibonuPA_S14OYOJ11Kih1JLd5jz59hio8VEtVAjzPhDE4q_hqrvbgKXeLEoMAQgLLmFMUOx1jOQepWOsQ_X_eMzfgK9ATgQ8ytlXjYSNYnOxWf/s1600/planeando472.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnaJEPnwr_7hbjmgcnf4P9uslxzcCJmgibonuPA_S14OYOJ11Kih1JLd5jz59hio8VEtVAjzPhDE4q_hqrvbgKXeLEoMAQgLLmFMUOx1jOQepWOsQ_X_eMzfgK9ATgQ8ytlXjYSNYnOxWf/s320/planeando472.jpg" width="248" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="color: windowtext;">L</span></span><span lang="ES-TRAD">os encuentros
con Laura en los que conversamos sobre nuestras farmacias me dejan siempre la
misma sensación. Si fuese mi jefa, tendríamos una relación complicada. No sé si
esa sensación que me llevo después de hablar con ella está potenciada porque
nunca he recibido órdenes de nadie y no estoy preparado para ello, pero, de
cualquier forma, me imagino que Laura debe de ser muy exigente con la gente de
su equipo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida ha dejado huella en la fisonomía de esta mujer, y no lo digo por
las arrugas de su cara, ya que conserva una piel tersa; lleva esa marca en sus
ojos. La vida, su vida, ha colocado en su mirada una cortina de lágrimas,
cuando le miro a los ojos parece que nos separe una película transparente que
está a punto de verterse. Son las lágrimas del que sabe que está obligado a ser
fuerte, pero que, a la vez, tiene avidez por sentir la suavidad en las palabras
y me imagino, en las caricias. La imagen que tengo de <st1:personname productid="Laura es" w:st="on">Laura es</st1:personname> parecida a los dibujos
que forman los cristalitos de colores de un calidoscopio, en algún momento
aparece la de una mujer enérgica y decidida, pero con un leve giro se
transforma en alguien que desea, casi con inocencia infantil, que no fuera
necesario serlo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:personname productid="Laura es" w:st="on"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;">Laura es</span></st1:personname><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"> una mujer con un cuerpo de complexión grande. No sería
ajustado a la realidad describirla como una mujer robusta, pero mucho menos lo
sería hacerlo utilizando adjetivos como frágil, delicada o esbelta, epítetos
que –incomprensiblemente para mí– son considerados por una gran mayoría como
ensalzadores de la belleza femenina, pero que en el caso de Laura no pueden ser
utilizados si uno pretende ser fiel a la realidad, aunque creo que es una mujer
atractiva. Laura tiene un cuerpo armonioso, pero grande. El corte austero de su
pelo modela una media melena rubia que indica una moderada rebeldía frente al
paso de los años. En alguna ocasión me ha comentado que no es una mujer a la
que le apetezca visitar con frecuencia <st1:personname productid="la peluquería. Laura" w:st="on">la peluquería. Laura</st1:personname>
es de esas mujeres que cuentan las horas dedicadas a esos menesteres como una
pérdida de tiempo, ella misma se encarga de ordenar su peinado. Sus visitas al
peluquero están forzadas por la aparición de un síntoma doloroso, esa marca
blanca en la raíz de los cabellos que indica que el tiempo va pasando, cuando
esa prueba ya es demasiado evidente, no le queda más remedio que acudir a quien
le ayuda a paliarlo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Laura se ha ganado las cosas a pulso, tiene una posición social y
económica confortable, pero no es un confort que pueda calificarse de lujo. No
es una persona a la que le agrade hacer ostentación de su situación, pero a la
vez es plenamente consciente de que ha trabajado mucho para lograr, para ella y
para su familia, lo que ha logrado. A veces, me comenta que continúa
haciéndolo, trabajar con convicción y disciplina, porque no sabe hacerlo de
otra manera y critica, de una forma enérgica que puede llegar al enfado, a los
que ejercen su profesión sin esa actitud. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><st1:personname productid="Laura es" w:st="on"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;">Laura es</span></st1:personname><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"> una farmacéutica dedicada en cuerpo y alma a su farmacia
y que no entiende que se pueda ejercer de otra manera. Es una luchadora de lo
suyo y considera que todos deberían remar en la misma dirección. La admiro,
pero no puedo evitar acabar diciéndole, lo que ha provocado alguna que otra
discusión, que no todos nuestros colegas entienden y ejercen la profesión de la
misma manera. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Los intereses y las circunstancias individuales son un condicionante
poderoso que dibuja diversas maneras de ejercer la profesión.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esta frase, o cualquier otra parecida de las que yo acostumbro a
pronunciar, siempre acaban provocando una erupción volcánica. A menudo critica
mi pragmatismo y mi exceso, según ella, de benevolencia al juzgar actitudes que
considera egoístas sin matizaciones. Aún así intento introducir los grises en
el cuadro que Laura dibuja sólo con blanco y negro. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">– Los farmacéuticos no somos distintos a cualquier profesional, nuestra
manera de actuar está condicionada sobre todo por los incentivos económicos. El
modelo de retribución y de regulación explica muchas de esas actitudes que tú
tanto criticas. ¿No crees que no debemos confiar sólo en la actitud de las
personas y que los avances van a venir por el cambio del escenario que las
condiciona?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Laura siempre acaba insistiendo en que para ella existen unos valores a
los que no se puede renunciar, unos valores que están por encima de los
intereses individuales y de los condicionantes económicos. Lo dice con total
convicción y no deja ningún resquicio para que yo pueda defender que la
realidad es muy compleja y diversa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque me seduce la contundencia y la seguridad con las que defiende sus
criterios y me atrae como un imán su discurso, cómo le brillan los ojos y la
solidez de su voz al pronunciarlo, Laura no ha logrado que me convierta a su
fe, porque después de muchos años de reflexión sobre el sector estoy convencido
de que no existe una única verdad para todos los farmacéuticos. No creo que mi
postura pueda calificarse sencillamente de relativista –una crítica que está
implícita en los dardos escondidos en sus comentarios–, pero no puedo dejar de
vivir en la zona gris, me mantengo en esa incómoda posición en la que la verdad
está difuminada y no creo, como cree Laura, en algo parecido al grial que
buscaban los antiguos caballeros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-line-height-alt: 11.0pt; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todos
estos años me han servido para saber que lo fundamental no está en esperar que
el colectivo sea ungido por la fuerza interior y por la claridad de las ideas
que me transmite Laura, ¿es eso la vocación?, sino en propiciar una evolución
del escenario profesional y económico en una dirección para que incentive de
una manera adecuada a los que están convencidos de lo que está convencida Laura
y que a la vez no excluya de partida a nadie. Complejo, pero los grises son
siempre así.</span></span>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-55873904677718676272012-05-29T09:24:00.000+01:002012-05-29T09:27:59.312+01:00Invisible<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ4OuTQ2TX_VYY7ZR8oB2JuJDQtA8FtOuQ8Nqw_v8mWVVBJUGXebgickvZUvJJcRQ2uJzR7O8sGoEPV6MAMBVxfl9c5SGpnJFjte2CgDmX8gIkbu4ZO5liCiVPwvZxmYPBWyEWautYTjlD/s1600/planenado471.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ4OuTQ2TX_VYY7ZR8oB2JuJDQtA8FtOuQ8Nqw_v8mWVVBJUGXebgickvZUvJJcRQ2uJzR7O8sGoEPV6MAMBVxfl9c5SGpnJFjte2CgDmX8gIkbu4ZO5liCiVPwvZxmYPBWyEWautYTjlD/s320/planenado471.jpg" width="244" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: right 213.75pt; text-align: justify; text-autospace: none; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.2pt;">N</span></span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;">o fui un niño de esos que tienen una imaginación
desbordante. Nunca arrastré una caja sin ruedas creyendo que era un camión. No
lo digo con satisfacción, ni tan siquiera con esa displicencia que envuelve a
los que se creen subidos a un escalón por encima de los demás, incluso tengo
que confesar que alguno de mis amigos de infancia –de ésos que eran capaces de
imaginar grandes epopeyas bélicas en las que los protagonistas de terribles
batallas descansaban apretujados en una de esas cajas esperando a que su niño,
poseedor del don que sólo tienen los dioses, les diera vida– me provocaban algo
parecido a <st1:personname productid="la envidia. Y" w:st="on">la envidia. Y</st1:personname>
digo parecido, porque no se parece en nada lo que de niño sientes a lo que
sentimos de mayores. A veces me pregunto si estas dos vidas vividas no son
tales, y lo que nos sucede realmente es que los años son una distancia
insalvable que convierte en espejismo lo que realmente es también nuestra
realidad. Una distancia de seguridad que nos permite resguardarnos del vértigo
de lo que hemos perdido.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estoy intentando descubrir ese día en el que los sentimientos cambian,
ese día escondido, pero tengo aún toda la vejez, si me la regalan, para
lograrlo. Ahora no tengo tiempo.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Recuerdo que a mí me gustaba jugar a buenos y malos con reglas conocidas
de antemano. No me conformaba con disparar imaginariamente y a esperar a que el
otro cayera abatido, también imaginariamente, por una munición imaginaria, por
la simple razón de que le gritaba: ¡tocado, tocado! Quería eliminar al otro
tocándolo, conquistar una bandera cogiéndola o incluso, en mis años más
gamberros, participar en verdaderas batallas en las que los dos bandos
apodados, cada uno de ellos, por el nombre de los dos manantiales de aguas
sulfurosas del pueblo, íbamos armados con pistolas capaces de disparar munición
real proporcionada por esas cortinas metálicas que colgaban de los dinteles de
las puertas de las tiendas. Eran como paredes líquidas que nos permitían
penetrar a través de ellas en la carnicería o en la tienda de ultramarinos; al
hacerlo nos sentíamos poseedores de poderes sobrehumanos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡Cómo me gustaba el sonido de esas pequeñas piezas metálicas engarzadas
en un capicúa serpenteante. Era una música vivaz cuando los «ganxets» chocaban
entre sí. Una alegre percusión de minúsculos platillos que poco a poco iba
apaciguándose hasta volver a la quietud inicial. Hasta el silencio! Cuando
pienso en aquellos veranos, suena esa música, la de las cigarras a la hora del
sol hiriente y el susurro de las espigas de trigo mecidas por el viento
ardiente. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando eres niño no sabes como eres, de mayor es cuando te preguntas
cómo eras. Con esa prevención que debemos tener por la distancia que nos separa
de lo que éramos, yo diría que era un niño curioso. No me gustaba <st1:personname productid="la magia. Aborrecía" w:st="on">la magia. Aborrecía</st1:personname>
el circo. Recuerdo que alguien –no recuerdo quién, pero seguro que era alguien
bienintencionado– me regaló un juego de magia y muchos años después lo encontré
en un armario en perfecto estado; me refiero, evidentemente, al juego que no
llegué a estrenar. <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No recuerdo, sin embargo, que fuera un niño al que no le gustara jugar.
Creo que era un niño que no creía en lo invisible.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me gustaba
jugar con coches de verdad, de los que tenían ruedas, y quería conocer el
mecanismo que los hacía funcionar. Primero disfruté con los que funcionaban a
pilas con un mando conectado al vehículo por un cable, de esos que te obligaban
a seguirlos como si fueran un perrito al que sacabas a pasear, y después con
los teledirigidos, que ya tenían una caja de mandos tan sofisticada que podían
parecer mágicos, pero que yo sabía que no lo eran. Si jugábamos a cualquier
juego en el bosque, a escondernos, a policías y ladrones o a cualquier juego
sin nombre de los que nos inventábamos después de un pequeño debate de ideas,
me gustaba tener muy claras las reglas antes de empezar. Por esa misma razón,
jugar partidos de baloncesto sin árbitro era menos divertido que hacerlo con
alguien que arbitrara. No por todo eso era un niño aburrido, tristón, retraído.
Tenía muchos amigos, a la mayoría de los cuales no recuerdo si todas esas cosas
les importaban mucho. Cuando sea viejo, y tenga tiempo, y me encuentre a alguno
de esos viejos amigos, si me acuerdo, y si a ellos les interesa, y si recuerdan
cómo eran cuando eran niños, puede que sea motivo de alguna conversación
tranquila que será excusa para recordar la musiquilla de las cortinas
metálicas.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Algo de todo eso que recuerdo ha recorrido conmigo el largo camino que
me separa del niño que fui. Continúo sin creer que las cosas funcionen sin más,
continúo sin creer en lo invisible, incluso cuando lo que las hace funcionar
sea difícil de ver. Nuestro sistema farmacéutico es un ejemplo de ello. Sin una
logística capaz de mantener una estructura tan capilar como la que en estos
momentos proporciona la red de farmacias, sin ese mecanismo, demasiadas veces
olvidado, que le permite descargarse de los costes que representaría mantener
unas reboticas repletas en exceso, el modelo sería inviable.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este artículo podría acabar aquí y ser un pequeño y particular homenaje
a la distribución farmacéutica, nuestro particular eslabón invisible, pero las
circunstancias no permiten muchas florituras. La gran exigencia que la crisis
está imponiendo al sector no permite otra salida que aumentar <st1:personname productid="la eficiencia. El" w:st="on">la eficiencia. El</st1:personname>
recorte de márgenes y precios que todos sufrimos está lastrando de una forma
dramática los balances de estas empresas, por lo que es preciso que los
responsables de las empresas de distribución asuman la nueva situación y sean
capaces de hacer las reformas necesarias para continuar siendo un buen
instrumento para las farmacias.<o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 8.5pt;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
mercado español de distribución está excesivamente fragmentado y la lógica
indica que es urgente buscar la forma adecuada para transformar
inteligentemente una estructura muy local, que en otros tiempos podía ser una
ventaja, pero que ahora puede ser un lastre que puede costarnos caro a todos.
Sólo los realmente sólidos van a poder continuar siendo nuestro eslabón
invisible. </span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span></div>
<h2>
<br /></h2>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-27743683849627270872012-05-10T15:21:00.001+01:002012-05-10T15:28:04.414+01:00Eolípila<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="vertical-align: baseline;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; line-height: 11pt; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDXfbIa0L-T5Rpk8mFokDbMrHeFzXTDVPYF1QgQh-byz-8fypfmUOHYkiq5_Wi9PuFFFRd7v9d1gvthU9Mvr5KR4fgSY3oH5l-wPZtWEjS5se-ckir-WqD-w55tBl6prm1Uo_DNc237Myv/s1600/EF470+101541+planeando470.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDXfbIa0L-T5Rpk8mFokDbMrHeFzXTDVPYF1QgQh-byz-8fypfmUOHYkiq5_Wi9PuFFFRd7v9d1gvthU9Mvr5KR4fgSY3oH5l-wPZtWEjS5se-ckir-WqD-w55tBl6prm1Uo_DNc237Myv/s320/EF470+101541+planeando470.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 11pt; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;">En el estuario
del río Clyde, en su desembocadura sur, frente a las aguas frías y grises
del fiordo, se encuentra la ciudad de Greenock.
Actualmente es la capital administrativa del </span><i><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;">council area</span></i><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"> de Inverclyde. En esta ciudad del oeste de Escocia,
nació James Watt a quien la mayoría lo consideramos el inventor de la máquina
de vapor. Aunque esta atribución es cuando menos una simplificación de la realidad histórica que no hace justicia
a muchos otros ilustres pioneros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Watt lo que realmente
hizo fue añadir un condensador independiente para incrementar la eficiencia
energética de la máquina de vapor atmosférica ideada por Thomas Newcomen en
1711. Este había sido asesorado por el físico Robert Hooke, un científico
experimental de gran imaginación y brillantez que llegó incluso a polemizar
sobre la paternidad de la ley de la gravitación universal con el mismísimo
Newton, y el mecánico John Callery. La
máquina de estos, a su vez, era una mejora de la máquina de Thomas Savery que
fue realmente quien inventó la primera
máquina que utilizaba el vapor generado por la combustión del carbón para
realizar un trabajo mecánico. Concretamente esta máquina se utilizaba para
bombear las aguas subterráneas que dificultaban extraordinariamente el trabajo
en las minas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay quien incluso osa criticar a Watt y
a su socio Matthew Boulton –ambos miembros del club de discusión llamado
Sociedad Lunar que reunía a importantes
industriales, físicos e intelectuales. Sus reuniones se celebraban en
Birmingham las noches de luna llena entre 1765 y 1813 y, muy a menudo, tan
ilustres pioneros de la ciencia y la tecnología eran acogidos por Erasmus
Darwin, abuelo de Charles, quien unos
cincuenta años más tarde nos iluminó para poder ver nuestro mundo de una forma
absolutamente distinta– por ralentizar en los tribunales la evolución de su
invento hasta que sus patentes expiraron en 1800, anteponiendo sus intereses
monetarios a los de la evolución tecnológica. Jonathan Hornblower fue la
víctima principal de estos litigios y su motor de vapor compuesto no pudo ser
desarrollado y aplicado a los motores navales por Arthur Wolf hasta 1804.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Después de
analizar esta porción de la historia, podríamos llegar a afirmar que la
verdadera cuna del ingenio que impulsó la revolución industrial estuvo ubicada
en las islas británicas, pero si ampliamos un poco el campo de mira nos damos
cuenta de que no es así.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una vez más, otra
más, debemos trasladarnos a la ciudad fundada por Alejandro Magno en una zona
fértil del delta del Nilo, en una elevación de ese territorio entre el antiguo
lago Mareotis y las aguas cálidas y azules del Mediterráneo, para descubrir
cómo empezó todo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La satisfacción
de haber vencido al rey persa Darío III Alejandro debió de ser el motivo por el
que encargó al arquitecto Dinócrates de Rodas el diseño de una retícula
hipodámica sobre lo que, hasta entonces, era tan solo un pequeño poblado
pesquero del que nadie recuerda su nombre –se llamaba Rakotis– para convertirlo
en una de las ciudades más importantes de <st1:personname productid="la historia. Alejandría. Allí" w:st="on">la historia. Alejandría.
Allí</st1:personname>, en esa gran ciudad helenística, nació en los primeros
años de nuestra era, Heron, uno de los muchos genios que en su seno surgieron. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El mayor logro de
este inventor que entre otras descubrió de una forma arcaica leyes de la mecánica,
imaginó numerosas máquinas sencillas y generalizó el principio de la palanca de
Arquímedes, fue la invención de la primera máquina de vapor. La eolípila.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El artefacto
bautizado en honor del dios del viento, consistía en una esfera de metal
conectada a una caldera que al calentarse generaba vapor de agua. La esfera
disponía a su vez de dos salidas para el vapor que consistían en dos pequeños
tubos orientados en direcciones opuestas y la esfera giraba a gran velocidad
por la acción del vapor. Esa es la primera máquina de vapor documentada que el
ingenio humano ha imaginado. Aunque Heron también bebió de las fuentes de otros
anteriores a él, como el inventor y matemático griego padre de la Pneumática,
Ctesibio, que también vivió en Alejandría en la época de Ptolomeo I,
trescientos años antes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este escueto
relato de un episodio de la historia de la ciencia es una muestra más de
que acostumbramos a atribuir la
paternidad de las cosas a algún personaje en concreto, y lo cierto es que la
historia no funciona como <st1:personname productid="la biología. Nos" w:st="on">la
biología. Nos</st1:personname> es –en el fondo– más sencillo continuar
explicando los grandes cambios y los avances por la genial actuación de alguien
concreto –incluso sin ser cierta– al que
luego elevaremos a los altares de la historia, que asumir que el avance es la
suma del trabajo de muchos y de la concatenación de múltiples genialidades.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Debe ser por esa
razón que, a menudo, caemos en la tentación de esperar al que debe indicarnos
el camino y olvidamos que lo más
importante es que no se trunque el viaje por el paso que nosotros debemos dar y
que no damos por estar esperándole. Pero tampoco la realidad es tan sencilla
como puede parecer. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Una pregunta no
deja de repicar en mi cerebro ¿Qué sucedió en los mil setecientos años que
separan a Heron de Watt? ¿La humanidad estuvo esperando la llegada de otro
pionero que no acababa de llegar, para poder continuar el viaje hacia el
futuro? ¿Entramos en la larga noche o nos castigaron los dioses por querer
parecernos demasiado a ellos? ¿Fuimos incapaces de valorar el potencial de
estas maravillosas máquinas más allá de considerarlas juguetes para engañar a
los feligreses con los movimientos de los autómatas que representaban a dioses
en los tiempos de Arquímedes?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.05pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Marco Vitruvio, otro ingeniero y arquitecto contemporáneo
de Heron, autor de los textos que sirvieron <st1:personname productid="a Leonardo" w:st="on">a Leonardo</st1:personname> da Vinci para
realizar su famoso dibujo del Canon de las proporciones humanas, ya hizo
estudios de eficiencia de las máquinas que inventó. Su rueda hidráulica
vertical para moler trigo era capaz de moler 150 kilos en una hora, mientras
que dos esclavos solo lograban moler siete kilos. No es razonable pensar que se
truncó la genialidad de golpe ni que no había estímulos suficientes para que la
evolución siguiera con su velocidad de crucero. Solo cabe una explicación. Para
que florezca el potencial que tenemos es necesario un liderazgo político que lo
canalice y que nos haga ver un poco más allá de nuestros propios intereses
cortoplacistas. Tengo la sospecha de que el parón histórico lo provocaron los
que se preguntaban con retórica altanera ¿para qué esforzarnos en construir
máquinas si no nos acabaremos los esclavos? Y a los líderes políticos ya les
iba bien. </span></span></div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<span style="line-height: 14px;"><br /></span></div>
<div style="line-height: 11pt;">
</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="line-height: 11pt;">
</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-18584426201269556812012-04-25T14:59:00.000+01:002012-04-25T14:59:56.859+01:00Madrid<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBTu2lt_eI_VOB30xeziy9LseX9mCvA52rEkej6OCvDURCWpQAdSEHDQDLZtwew4TCWeZO7vxIGc6ZQF7kk3Yuw4qhft5eDAsQ5IrMgcCCr6BDB6hHaVTAsbAL7nxnL-35L-T_G1B54Nv/s1600/planeando469.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBTu2lt_eI_VOB30xeziy9LseX9mCvA52rEkej6OCvDURCWpQAdSEHDQDLZtwew4TCWeZO7vxIGc6ZQF7kk3Yuw4qhft5eDAsQ5IrMgcCCr6BDB6hHaVTAsbAL7nxnL-35L-T_G1B54Nv/s320/planeando469.jpg" title="" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr>
</tbody></table>
<span class="capitular" style="font-family: Verdana, sans-serif; line-height: 150%; text-align: left;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">A</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana, sans-serif; letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%; text-align: left;">travesar a trescientos kilómetros por hora el
páramo que rodea la gran urbe mesetaria es como acercarse a un gran agujero
negro que todo lo atrae. Una sensación de vértigo envuelve e impresiona a quien
viene de una ciudad encajonada entre el Mediterráneo y la Serra de Collserola.
Madrid es una ciudad sin límites.</span><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
trayecto desde <st1:personname productid="la calle Goya" w:st="on">la calle
Goya</st1:personname> hasta esa frontera difusa de este universo urbano donde
está ubicada IFEMA transcurre en un taxi que atraviesa calles, autovías y
autopistas sin dejar de estar en Madrid. El recinto es amplio y está lleno a
rebosar. El sector ha respondido a la convocatoria de INFARMA 2012, se nota su
avidez por encontrar respuestas, lo que es un primer paso para lograrlo. He
tenido suerte y he conseguido un asiento en la quinta fila de la sala 4. Aunque
la oferta es amplia, me he decantado por una ponencia que habla de nuestro
futuro. Mi querencia por esos temas se parece a la del toro por las tablas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">«No
tengo ninguna duda, que el sector continúa aportando valor por su extrema
capilaridad y accesibilidad, y también lo es que los profesionales
farmacéuticos mantienen una posición de confianza y credibilidad profesional
con los usuarios del servicio, sus verdaderos clientes, pero sólo con eso
no va a ser suficiente para afrontar con éxito el reto que significa
la exigencia de incrementar la eficiencia, para abordar la imperiosa necesidad
de disminuir el déficit público y para convivir con suficientes garantías en un
marco en el que las recetas liberales parece que van imponiéndose en las
economías de nuestro entorno. El sector deberá poner encima de la mesa de
negociación algo más de lo que siempre ha puesto porque, aún siendo mucho, no
va a ser suficiente….»<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
ponente viste un traje de Gales bastante claro, una camisa gris y una corbata
de tonos rosados. El conjunto hace que aumenten las dimensiones de su figura.
Es corpulento y habla con un ritmo lento y con voz poderosa. Ha empezado su
intervención asegurando que no sabe cual será nuestro futuro, pero parece que algo
se va a atrever a decir.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">«Lo
primero que debemos hacer es determinar lo esencial, lo que nos diferencia de
los otros, lo que aporta más valor. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">Nuestro
</span><i><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">core business</span></i><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;">. Nos dirían los expertos en marketing que
tantas recetas nos ofrecen para intentar ayudar a la gestión de nuestras
farmacias. Nuestro modelo de farmacia actual se basa – del mismo modo que los
modelos de nuestro entorno, aunque a veces no nos queramos dar cuenta– en el
conocimiento y las habilidades del profesional farmacéutico. Esa debe ser una
línea roja que nunca deberíamos traspasar. No debemos olvidarlo».<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
conferenciante va trufando su discurso de frases y afirmaciones que, reforzadas
por ese tono grave, parecen sentencias.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">«Es
cierto que tradicionalmente el modelo compagina en un mismo establecimiento los
servicios basados en el conocimiento de un profesional sanitario con la oferta
comercial de productos ligados de alguna forma con la salud y el bienestar de
los clientes. Pienso que debe continuar así. Porque está socialmente aceptado,
porque nos ofrece diversidad de posibilidades de crecimiento, porque nos aporta
recursos independientes de los presupuestos públicos y porque la <st1:personname productid="farmacia es" w:st="on">farmacia es</st1:personname> un espacio
adecuado para que el autocuidado de la salud pueda ser asesorado adecuadamente.
De todas formas, no creo que ahí, en el relativo potencial comercial de
nuestros establecimientos deba pivotar nuestro futuro porque corremos el riesgo
de diluirnos en un mercado global en el que la oferta va a llegar al consumidor
de maneras que aún ni imaginamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.25pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque
los precios en España sean de derribo, aunque no se alejen de nosotros los
fantasmas de más recortes, nuestro futuro está alrededor del paciente que toma
medicamento. Digo alrededor y no en el medicamento, porque el reto está en
buscar un modelo basado en la aportación de valor en la interrelación que
existe entre el paciente y su tratamiento, y también aportándolo con nuestra
participación como sanitarios en el proceso asistencial continuo buscando
interrelaciones con los otros profesionales sanitarios. Cuando hablamos de
cartera de servicios, es de eso de lo que hablamos. No hablamos de un
complemento más de nuestro negocio, hablamos de un cambio de paradigma, que no
debe significar el derribo de nada, pero que debe posicionarnos con claridad y
con todas sus consecuencias en ese papel. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">…me
molesta que seamos noticia cuando alguna farmacia entra en concurso de
acreedores o portada de periódico si alguna cierra. Nuestra preocupación debe
ir más allá de la de la viabilidad de las farmacias, deberíamos ocuparnos de la
capacidad de las farmacia para lograr objetivos ambiciosos. Y eso no sólo
debería preocuparnos a nosotros, que somos los máximos responsables de nuestras
farmacias y de hacerlas competitivas, la Administración sanitaria debería entender
y asumir que es un desperdicio, en estos tiempos incluso una irresponsabilidad,
desaprovechar el potencial sanitario de una red como la nuestra, y que debe
proporcionar recursos suficientes para poder exigirle resultados. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.3pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ha
llegado el momento de asumir con naturalidad y normalidad que no todos somos
iguales del mismo modo que los médicos tampoco lo son. Pretender uniformizar un
sector tan diverso nos aboca al fracaso, y el pragmatismo, ese que os he dicho
que me mueve, huye del fracaso. Todos o nadie siempre acaba siendo nadie.
Debemos construir un escenario de farmacias capaces y diversas».<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otra
sentencia más.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">«Un
cambio como el que estoy describiendo no es de hoy para mañana. Sin esa dosis
de generosidad que nos aboca a pensar en lo que dejaremos a los que nos
seguirán en nuestra profesión, nos aboca a ser barreras de ese cambio. En
resumen, ¿cómo creo que nos conviene afrontar el trance que representa siempre
escoger el camino a seguir?: </span><span lang="CA" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Continúo
confiando en que es posible un modelo en el que el éxito del profesional
farmacéutico se base más en él que en su establecimiento.</span><span lang="CA" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Apuesto
decididamente por la contratación de servicios con el Sistema Nacional de Salud
remunerados no exclusivamente por un margen del medicamento.</span><span lang="CA" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Creo
que es necesario que los colegios promuevan estructuras corporativas capaces de
aportar competitividad a las farmacias y que les permitan acceder a negocios
que individualmente no pueden ni podrán lograr.</span><span lang="CA" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Acepto
el reto de la exigencia porque creo que mi profesión me lo exige y que mi
responsabilidad con los que van a continuar después de mí, va más allá de mis
legítimos intereses.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;">Así lo
veo. Gracias.»</span><span lang="CA" style="letter-spacing: -0.1pt; line-height: 150%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.15pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace frío en el páramo. La primavera ha
llegado con nieve, pero la sala de conferencias está llena, un síntoma más de
que la profesión está muy viva. Salgo de la sala soportando apretujones
mientras pienso que las políticas cortoplacistas pueden degradar nuestra
economía, pero nunca podrán degradar una profesión tan apasionante como <st1:personname productid="la nuestra. Vuelvo" w:st="on">la nuestra. Vuelvo</st1:personname>
optimista a mi Barcelona. Necesito estar en mi geografía concreta después de
unos días en esa geografía sin límites en la que corro el riesgo de perderme.</span></span></div>
<br />Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-59676005638675063752012-03-30T09:39:00.002+01:002012-03-30T09:41:52.032+01:00La tribu<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicNrKq3VpTwSiurOQooIYkwDXwOVtGIc8PgQSLtf-u07diskDcYcSXdl-iNCNm_1kW35Z9cPhDTID5q7G4fyx4ik4bt3P1xerF0eIONVCw_xUP2FRLWz65svhndMSBIwhj-cwWrouBhV-6/s1600/planeando468.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicNrKq3VpTwSiurOQooIYkwDXwOVtGIc8PgQSLtf-u07diskDcYcSXdl-iNCNm_1kW35Z9cPhDTID5q7G4fyx4ik4bt3P1xerF0eIONVCw_xUP2FRLWz65svhndMSBIwhj-cwWrouBhV-6/s320/planeando468.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5725607567097773522" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="color: windowtext; letter-spacing: 0.2pt; ">L</span></span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">a luz del sol dibuja parches luminosos sobre las paredes de la piedra envejecida de los edificios del Call Major –el antiguo barrio judío de la Barcelona medieval–. A las ocho de la tarde, de un día de julio, el viejo barrio se viste con un vestido estampado de cuadriláteros irregulares que combina los ocres luminosos con los grises sombríos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >Mientras acompaño <st1:personname productid="a Luis" st="on">a Luis</st1:personname> hasta la vieja librería de libros viejos del Carrer de la Palla, una ligera brisa marina despeja el bochorno acumulado en el ovillo enredado de callejuelas y nos proporciona un ligero respiro mientras paseamos y digerimos el estofado y las palabras de Matías.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >Conozco <st1:personname productid="a Luis" st="on">a Luis</st1:personname> desde hace más de veinte años. Es un gran lector y coleccionista de libros. Pierde el sentido por las primeras ediciones. Su padre también era farmacéutico y sus dos hijos también lo son. Desde que le conozco, y por lo que él me ha contado en nuestras largas sobremesas, también desde antes de conocerle Luis ha tenido una participación activa en diferentes organizaciones farmacéuticas. Es un representante de las generaciones de farmacéuticos que han ejercido detrás del mostrador de las farmacias y han gestionado sus negocios durante los últimos cincuenta años. Es uno de los farmacéuticos que vieron la expansión económica después del cilicio del R64, que debieron superar la amenaza permanente del fantasma de la liberalización, la pérdida de la exclusividad de muchos productos que creían suyos, y que viven perplejos la transformación de un negocio de crecimiento sostenido en uno en el que lo estable es el decrecimiento de la facturación y del rendimiento.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Tu amigo…<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Aún no es mi amigo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >La amistad puede nacer de una casualidad como la que guió nuestro encuentro, pero necesita cultivarse mucho más para que fructifique. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Tu conocido, que creo que tiene bastantes posibilidades de convertirse en tu amigo, disecciona bien <st1:personname productid="la realidad. Es" st="on">la realidad. Es</st1:personname> un buen cirujano, pero no creo que conozca aún la compleja anatomía del cuerpo farmacéutico.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Pocos la pueden conocer como tú, pero convendrás conmigo que de vez en cuando una buena radiografía realizada por un especialista es conveniente.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Vivimos una situación en la que incluso los que como yo creemos que aún hay margen suficiente para que la mejor actitud frente a la crisis sea la prudencia, somos conscientes de que el sector precisa de nuevos instrumentos para mejorar su competitividad. Hemos vivido años en los que no nos ha sido imprescindible para poder crecer, pero esos años ya han pasado y no van a volver.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– ¿Qué quieres decir con nuevos instrumentos?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Instrumentos, herramientas, estrategias, no sé exactamente cual es la palabra más adecuada para describir lo que quiero transmitirte. Lo que puedo asegurarte es que la visión que debemos tener de nuestro futuro debe ser distinta a la que tenían nuestros padres, y que, de ellos, hemos heredado. Ahora seríamos unos irresponsables si quisiéramos trasladársela a nuestros hijos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Ya sabes que mis hijos no han continuado la tradición farmacéutica, por lo que puedo ahorrarme el peso de esa responsabilidad.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– No cabe ninguna duda que la economía va a condicionar de una manera determinante el futuro de la profesión, pero intuyo que existen otras cuestiones de orden sociológico –la continuidad familiar de las empresas o la evolución del valor de las farmacias o la edad de sus propietarios, por ejemplo– que también lo van a hacer. Así como también lo van ha hacer las actitudes que tengan los farmacéuticos frente a las responsabilidades sanitarias que aspiren a asumir.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Siempre me lo había parecido, pero por todo lo que me estás diciendo deduzco que continúas dedicando horas de reflexión a las cuestiones de nuestra profesión. ¿Has llegado ya a alguna conclusión?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– A la conclusión que he llegado es que no es posible un modelo de futuro uniforme para todo el sector, porque es muy diverso en cuanto a dimensión económica de las farmacias, y también lo es en cuanto a la visión que tenemos los propios protagonistas, los farmacéuticos, de nuestro rol profesional. Estamos acostumbrados a defender y a describir modelos de farmacia uniformes, pero son modelos teóricos que no se sustentan en la verdadera realidad del sector. Esta manera de actuar nos ha sido útil durante estas últimas décadas –las que a mí me ha tocado vivir– de crecimiento sostenido, pero la actual recesión nos exigirá un conocimiento más profundo de la realidad del sector y sólo desde esa realidad iniciar un proceso de análisis y de reflexión para definir distintos escenarios. Seguramente el futuro dibuje un sector menos homogéneo, más diverso.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.3pt; "><span >– Tengo la sensación de que has llegado a una conclusión que sientes como una derrota.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– No me siento derrotado. Nuestra generación ha sido la que ha llevado al sector hasta una situación desde la que se puede construir ese futuro y nuestra función ahora es comprender que el paradigma ha cambiado y ayudar a que el proceso que te he contado sea posible.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >Sus palabras suenan serenas mientras las manos de Luis acarician las páginas amarillentas de una primera edición del Primer Romancero Gitano de <st1:personname productid="Federico García" st="on">Federico García</st1:personname> Lorca de 1928. Una joya bibliográfica que el librero reserva especialmente para él. Veo en sus ojos la ilusión de tener la historia en sus manos, una historia de la que ha sido protagonista y que podrá guardar en las estanterías de su biblioteca. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><o:p><span > </span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >PD. Me disculpo ante mis lectores por haber alargado tanto, once Planeandos –¡ya hace cien que planeo!– la historia de mi encuentro con Matías. (Es más ajustado escribir «El encuentro de <st1:personname productid="Francesc Pla" st="on">Francesc Pla</st1:personname> con Matías Peñafiel Puertollano», porque no sé yo ya muy bien quién se encontró con quién, ni tan siquiera quién es quién). La dirección de esta revista, con la que mantengo una íntima discusión, ya no me concede más espacio para esta historia. Es cierto que quedan algunas incógnitas por desvelar, aunque algunas de ellas tampoco yo las he descubierto aún. No podré desvelar la identidad del autor de ese último brindis por los valientes, aunque puede ser cualquiera de los tres o cuatro protagonistas de esta historia. Si os los encontráis –a cualquiera de los Francesc o a Matías, o incluso <st1:personname productid="a Luis" st="on">a Luis</st1:personname>– a lo mejor os lo cuentan, porque todos ellos brindaron. </span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 100%; font-family: Arial; "><o:p></o:p></span></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-39730263395236711222012-03-13T16:29:00.002+01:002012-03-13T16:32:33.489+01:00Los valientes<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjozf2Emf9iaMd8sH6iiYXgzo-BUU3JkAoEipiqVtV8azTY_U7yeA49z8V1dBMNEMokdyS-bAsrXaTXpS_38C-_QKE-_celZ9xO8aM66IyeVYE3M0P6_67ZAdWJTx2aWifvNLbcekocsxx0/s1600/Planeando_1_467.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 241px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjozf2Emf9iaMd8sH6iiYXgzo-BUU3JkAoEipiqVtV8azTY_U7yeA49z8V1dBMNEMokdyS-bAsrXaTXpS_38C-_QKE-_celZ9xO8aM66IyeVYE3M0P6_67ZAdWJTx2aWifvNLbcekocsxx0/s320/Planeando_1_467.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5719404931379224162" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; vertical-align: baseline; "><span ><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="color: windowtext; letter-spacing: 0.2pt; ">L</span></span><span lang="ES-TRAD">os boquerones sin cabeza, uno al lado del otro alrededor de una rodaja de limón, presentados en un plato suficientemente grande para no ahogarlos, parece que aún estén jugueteando en su ambiente, nadando apretujados en un banco de peces que dibuja formas abstractas en las aguas del Mediterráneo. Esculturas iluminadas por destellos plateados que, bajo el mar, cambian frenéticamente en un baile colectivo. La fritura resalta su frescor juguetón. Luis, que tenía toda la razón para elogiar a la cocinera, ha empezado a sentir las frases afiladas de Matías, aunque supongo que su <i>savoir-faire</i> y su capacidad de dialéctica serán suficientes para que el diálogo sea fructífero.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >–Tu amigo no se corta un pelo. Ya empiezo a entender que insistieras en que me sentara con vosotros. Es de los que a ti te gustan. A mí también me atrae el riesgo, pero en la Corporación ya tengo una dosis suficiente.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Luis forma parte de la Junta de Gobierno de <st1:personname productid="la Corporación Farmacéutica." st="on">la Corporación Farmacéutica.</st1:personname> Él sí que puede comprarte informes y estudios.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– No es mi intención vender nada. Ahora que hemos resuelto el laberinto de nuestro encuentro podemos evitar que los intereses nos vuelvan a hacer que nos perdamos otra vez, ya no es necesario esconder nada, al menos a mí no me apetece. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >Matías es de los que saben dejar claras las reglas del juego y, aunque supongo que también sabe esconderlas, ahora no lo ha hecho.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– ¿En qué rincón de mis palabras se esconde ese complejo de inferioridad que parece que has detectado en ellas?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.1pt; "><span >– Todas las encuestas os otorgan una posición en el podio de los campeones como profesionales sanitarios con prestigio y generadores de confianza, además existen muy pocas barreras entre vosotros y el paciente. Esta proximidad acentúa aún más vuestra buena posición. No entiendo que vuestra estrategia esté basada en <st1:personname productid="la resistencia. Deberíais" st="on">la resistencia. Deberíais</st1:personname> elaborar y presentar propuestas más innovadoras que se sustenten en esa posición ventajosa. Puedo entender que los intereses económicos de un sector regulado se resientan en un entorno convulso como el actual, pero creo que tenéis suficientes fortalezas para construir una propuesta atractiva. El complejo al que me refiero radica en ese intento permanente de justificar vuestra actuación, cuando esta está valorada muy positivamente por quien realmente importa, que son vuestros clientes. Vuestras debilidades radican mucho más en un modelo de negocio que no ha sido capaz de adaptarse a los nuevos tiempos. Yo estaría mucho más preocupado por aspectos como son: el tamaño de las farmacias que configura un modelo minifundista que va a sufrir cada vez más para poder superar los retos de una economía más exigente y que a la vez dificulta la posibilidad de aportar valor más allá de una distribución capilar, un valor, la capilaridad, que además irá a la baja y que, gracias a la tecnología y a la evolución de la logística, cada vez va a tener menos peso específico como valor diferencial en la cartera de servicios ofertados. Un modelo que, además, al estar fuertemente regulado, dibuja un escenario en el que existen grandes diferencias de rentas ligadas casi exclusivamente a la localización de los establecimientos. Deberíais estar buscando alternativas al modelo de negocio actual que, mientras la facturación ha ido creciendo por encima de la inflación, ha podido enmascarar estas debilidades, pero que la crisis ahora va destapando, y que si esta perdura, lo que es más que probable, van a aflorar con intensidad. Cualquier actividad, si la analizamos desde el punto de vista económico, precisa de una perspectiva de crecimiento para ser sostenible. ¿Cuál es vuestra estrategia para crecer? ¿Esperáis que los precios remonten, creéis que vais a incorporar nuevos productos a vuestra oferta? ¿Tenéis margen de maniobra para aumentar la eficiencia y la rentabilidad? Desde mi perspectiva no logro adivinar una propuesta estructurada y clara. No me cabe la menor duda que en una situación como la que se está configurando, un exceso de prudencia en los planteamientos puede desembocar en una posición ambigua que no es la más conveniente para los tiempos que vivimos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Es mucho más fácil hablar desde una posición teórica que tener la responsabilidad de la defensa de los intereses legítimos de unos profesionales que han estructurado sus empresas en un marco determinado y que, incluso en muchos casos, han configurado sus economías particulares y algunas decisiones importantes de su vida y de su familia creyendo que las reglas del juego estaban establecidas para siempre.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >–<i>Siempre</i> no existe… al menos no existe para los mercados, del mismo modo que tampoco existe <i>nunca</i>.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><span >Los tres hemos coincidido al pedir de segundo un estofado de rabo de toro que también cumple todas las expectativas que ya habíamos puesto en quien ya, definitivamente, podemos calificar de cocinera excepcional. Un plato de peso, en el que la carne melosa ha sido llevada con sabiduría a ese punto justo en el que la carne roja se separa sin esfuerzo, y sin dejar rastro, de las vértebras, y a esa textura exquisita que provoca que los labios se peguen después de que, lo que pudiera ser un simple esfuerzo mecánico de las mandíbulas con un objetivo alimenticio, acabe siendo un tenue beso platónico que se difumina delicadamente y se mezcla con los aromas de un vino tinto de la tierra de Cádiz, un vino complejo y sutil de las bodegas del Huerto de Albalá.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Brindo por los valientes. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 8.5pt; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Solo los moderados serán capaces de ver sin prejuicios lo que está ocurriendo, sabrán escuchar a los que piensan diferente a lo que ellos piensan y tendrán la voluntad y la capacidad de transaccionar para lograr los pactos útiles para superar la crisis.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><span >– Estoy de acuerdo contigo. La historia nos enseña que los cambios fructíferos los acaban realizando los moderados, porque ellos son los verdaderos valientes, aunque a menudo son tildados de iluminados por los que apuestan por el enroque o de timoratos por los que se dejan llevar por la inercia de la caída en el pozo de las crisis. Insisto, brindo por los valientes.</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 100%; font-family: Arial; "><o:p></o:p></span></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-38783212744094280252012-03-08T10:20:00.001+01:002012-03-08T10:23:33.864+01:00Trío<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQXEEImP7I4TBUfBntc17Fqu9_ACu_iOosb3AMQfVV0vZSc0UYF7RVGDOl3hy2-zBN_fL-k7i8bqauqW4K8ZIISlWlVx3CkimK5Aieq-vaT3_tar0bouQ54Egjs9O2plpvjcpMoz4V2JUu/s1600/planeando466.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQXEEImP7I4TBUfBntc17Fqu9_ACu_iOosb3AMQfVV0vZSc0UYF7RVGDOl3hy2-zBN_fL-k7i8bqauqW4K8ZIISlWlVx3CkimK5Aieq-vaT3_tar0bouQ54Egjs9O2plpvjcpMoz4V2JUu/s320/planeando466.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5717454383997974786" /></a><div style="text-align: justify; "><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.15pt; "><span >El encuentro con Francesc está siendo estimulante. No había tenido nunca antes la oportunidad de hablar con un farmacéutico tan extensamente, ni tan sinceramente. El farmacéutico de la farmacia de la esquina, a la que normalmente voy, es un tipo amable y pulcro, pero lo cierto es que tengo que hacer esfuerzos para recordar su voz, es de esas personas transparentes que de vez en cuando se cruzan en el camino sin dejar apenas rastro. Es paradójico comprobar que dos profesionales que tienen en común el objeto de su razón de ser, el enfermo, vivan en mundos tan separados; son universos paralelos unidos por tenues hilitos, muchas veces demasiado imperceptibles.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.25pt; "><span >Francesc se zambulle en las conversaciones con pasión, casi acaloradamente, y todo su cuerpo participa de ella. Las facciones de su cara son como acentos gestuales. Un momento después de que se abra la puerta del comedor, su cara se relaja y parece que se ilumina. Se adivina su satisfacción, no me cabe la menor duda de que conoce al futuro comensal del refectorio y que le hace ilusión volver a verlo. Debe de ser un buen amigo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– ¡Qué sorpresa!</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– Tampoco yo esperaba encontrarte aquí. Este rincón es uno de mis comedores favoritos cuando me acerco a <st1:personname productid="la capital. Me" st="on">la capital. Me</st1:personname> gustan los boquerones que preparan aquí. La cocinera sabe darle a la fritura ese punto espumoso que convierte lo que podría ser una insoportable pesadez en algo ligero y vibrante. Además, tiene una carta de vinos blancos especialmente acertada.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.4pt; "><span >Francesc, gracias a la diferencia de estatura, ha pasado sin esfuerzo su pesado brazo por encima de los hombros de su amigo, que aparenta tener unos quince años más que él. Es casi una cabeza más bajo, y la suya, a diferencia de <st1:personname productid="la de Francesc" st="on">la de Francesc</st1:personname>, mantiene bastante cabello, que es de un tono gris canoso muy parecido al de la barba corta y aseada con la que adorna su cara. Por la conversación que he oído, al amigo de Francesc también le gusta la buena cocina. Sin dejar de asirlo por los hombros, Francesc le ha dirigido hacia la mesa en la que estoy sentado con la clara intención de presentármelo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– Éste es Matías. Nos acabamos de tomar un salmorejo sublime mientras conversamos sobre nuestra profesión, la suya y sobre la relación entre una y otra. Matías, te presento <st1:personname productid="a Luis" st="on">a Luis</st1:personname> Rondreau, un buen amigo farmacéutico.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">Mientras le estrecho la mano creo que lo adecuado <st1:personname productid="es invitarle a" st="on">es invitarle a</st1:personname> compartir nuestra mesa. Además, estoy convencido de que a <st1:personname productid="Francesc es" st="on">Francesc es</st1:personname> lo que le apetece.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– La mesa es grande, ¿te gustaría acompañarnos? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– No querría interrumpir vuestra conversación.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– ¡No seas cursi, que no te pega! –ataja Francesc con energía, pero con cariño.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >Está claro que Francesc está muy cómodo con Luis y que le atrae una sobremesa compartida por los tres. Una buena sobremesa después de una buena comida, claro está. No insiste más, no quiere que un exceso de educación le fastidie el plan y decide tirar por lo sano. Llama al camarero con un gesto un poco exagerado, de esos a los que voy acostumbrándome.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Seremos uno más. ¿Nos puede traer un platillo de estos maravillosos boquerones mientras esperamos el segundo plato? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Tu apellido parece francés. ¿Es francés realmente?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.25pt; "><span >– Por lo que he podido averiguar, mi bisabuelo procedía de una familia del Quebec, era nieto de uno de los aristócratas que regresó a Francia tras la firma del Tratado de París en <st1:metricconverter productid="1763. Mi" st="on">1763. Mi</st1:metricconverter> apellido es francés, pero eso es sólo historia. Este origen es lo que debe haber influido en mi atracción por la cultura francesa, a menudo leo en francés porque me gusta la sonoridad de sus palabras. ¿No te parece un exceso exquisito que gasten tres vocales para hacer una <i>o</i>? Siempre he sido un poco rebelde y con los años voy aprendiendo a disfrutar maliciosamente de ser un bicho raro, una isla francófona en el océano anglosajón en el que la globalización nos ha inmerso.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >– Yo soy de los que están anegados por ese océano del inglés del que tú intentas protegerte. Aún y así espero poder compartir una conversación interesante con vosotros dos. Me tienta la posibilidad de participar en un trío, aunque en éste, esté en minoría. Un <i>ménage à trois</i>, dirías tú. ¡Ya son raros estos franceses que de una <i>o</i> y una <i>i</i> hacen que suenen una <i>u</i> y una <i>a</i>! <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– Aún voy a convencerte de que debes refugiarte en la francofonía, aunque sea por la vía del hedonismo. Si te lo estabas pasando bien con Francesc y él contigo, seguro que también será… excitante para mí. ¿Estábais hablando de farmacias?</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><span >Francesc no puede evitar intervenir. La entrada en la conversación de Luis promete elevar las prestaciones de la conversación. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD"><span >– Estábamos hablando de casualidades, de apariencias, de cocina, de esas cosas que, todas juntas, son <st1:personname productid="la vida. De" st="on">la vida. De</st1:personname> farmacias, también, pero sobre todo hablábamos de actitudes delante de los retos. Matías no ejerce la medicina, se dedica a lo que él define como consultoría estratégica en el campo sanitario y ahora, después de deshacer algunos nudos en la rocambolesca historia de nuestro encuentro, y que ya sabe que no voy a comprarle nada, estábamos intentando analizar con realismo la situación tormentosa en la que la crisis nos ha sumido a todos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.1pt; "><span >– Francesc, tú sabes mejor que nadie que cuando la tramontana te golpea más de tres días sin descanso, cuando su fuerza ya te ha dejado claras las reglas del juego, no te queda otro remedio que asumir tu pequeñez e intentar imitar, en la medida de lo posible, a las rocas negras que se enfrentan a su furia con estoicismo. Eso es realismo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >Luis tiene habilidad para utilizar imágenes para describir sus ideas, pero lo que esconde su lirismo no me ha convencido <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– No creo que sea una buena imagen, ésa de las rocas, para ilustrar una actitud realista. Realismo es la actitud del que intenta adaptar sus decisiones al entorno y no la del que se empecina en esperar que la tormenta amaine. Además, disculpa mi atrevimiento, creo que tu discurso esconde un cierto complejo de inferioridad.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span >El gesto de los labios de Francesc insinúa una sonrisa de alivio. Esa reacción tan comprensible cuando dejan de zurrarnos y que es más placentera aún cuando otro recibe los palos.</span></span></div>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-48088533314563590182012-01-19T16:12:00.003+01:002012-01-20T08:56:31.564+01:00Salmorejo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIQy8DLAc6aG8zXhv5qxyuWGieki1BgvN0pOJdX-qylv7pQoCum-zANXTEIkOP_4aa4Zt61CUf0WYC55IKkGLbHX-jjs_xDEjPqjcP4WqOp6DxIuQYZ7m73cYL0s7TJ8FroMzM-CjJcW53/s1600/planeando465.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIQy8DLAc6aG8zXhv5qxyuWGieki1BgvN0pOJdX-qylv7pQoCum-zANXTEIkOP_4aa4Zt61CUf0WYC55IKkGLbHX-jjs_xDEjPqjcP4WqOp6DxIuQYZ7m73cYL0s7TJ8FroMzM-CjJcW53/s320/planeando465.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5699361670268989602" /></a><p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">Las virutas de jamón y de huevo duro salpican la majada de miga de pan, sal, aceite, ajo y tomate. El plato de salmorejo es un cuadro abstracto de sabor árabe en su origen, antiguo, pero con el toque atrevido del rojo aportado por el licopeno de la hortaliza venida del nuevo mundo.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">Un plato clásico, claro, pero complejo. Un plato de verdad, en el que las apariencias no engañan, pero que precisa de paciencia para entender toda su dimensión, la mezcla del trigo, del aceite y la sal del viejo mundo con los frutos del nuevo, algo parecido a mi <i>pa amb tomàquet</i>. Hoy es un día en el que me apetece comer platos auténticos, en el que lo aparente se convierte en farragoso. Un buen día para tener una conversación franca con mi compañero de mesa, ahora que los dos sabemos el terreno que pisamos. El ambiente del restaurante es adecuado para la ceremonia, es acogedor, sin florituras, de esos sitios que llevan con dignidad el nombre de comedor.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– ¿Por qué estudiaste medicina?<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– No lo sé realmente, las ciencias de la vida eran lo que me gustaba de joven, pero la muerte y el padecimiento siempre me han asustado. Soy de esos médicos a los que les gustaría que no existieran los enfermos. Seguramente por eso me dediqué a la gestión sanitaria y a la consultoría. Tuve suerte, mi padre tenía contactos en el mundo de la industria farmacéutica y desde allí me decanté por el mundo de la gestión. Eran tiempos en los que los jóvenes lo tenían más fácil que ahora.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– A mi me gustaban la química y la biología, no me matriculé en la facultad de químicas porque tuve miedo. Miedo de no poder con las matemáticas. Probablemente me habría dedicado a la bioquímica. Mi madre tenía una farmacia, pero nunca pensé que ese sería mi camino. Yo también tuve suerte. Es sorprendente comprobar como la vida te va llevando. ¿No tienes la sensación de navegar por un río?<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– No pienso mucho en todo eso. Todo lo que estudié y muchas de las cosas que aprendí y la gente que conocí son parte de lo que ahora soy, eso es lo que me importa. La vida que no he vivido no existe. Ahora a ti te toca superar una crisis que está afectando la economía de tu farmacia y a mí buscar clientes que quieran que les asesore. ¿No crees? <o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Puede que dedique demasiado tiempo a revisar mi vida.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: -0.4pt; ">– Yo no he querido decir eso. Ni lo critico, ni mucho menos lo menosprecio. Sencillamente te cuento mi receta para avanzar. <o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">No me suena a disculpa, ni a frase hecha. Me cuenta su verdad, su receta. Yo no sé si la tengo tan clara.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Por cierto, Carmen, la cocinera, tiene una receta del salmorejo que se parece tanto a la de mi madre…<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">Matías prefiere cambiar de tema. <o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Está realmente bueno. No hay mucha gente en el comedor. La crisis se nota, el consumo se retrae. ¿El sector de la consultoría lo está notando?<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: 0pt; ">– De una forma dramática. En cambio, en vuestro campo la retracción del consumo no se nota tanto. Estáis padeciendo sobre todo los efectos de la endémica insuficiencia de los presupuestos sanitarios y la excesiva dependencia de ellos.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Nuestra dependencia es enorme, más del setenta y cinco por ciento de nuestro volumen de negocio depende de esos presupuestos, pero también se está notando el retraimiento del consumo de los otros productos que vendemos en las farmacias.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: -0.15pt; ">– Tenéis una buena, diría que una magnífica, red de distribución, aunque en estos momentos de ajustes tan severos la pequeña dimensión de las farmacias va a limitar vuestra capacidad de maniobra. Intuyo que la distribución farmacéutica ha sido crucial para mantener un modelo tan minifundista, pero tampoco veo que esté implantando grandes reformas. La fragilidad de la distribución puede ser una grave amenaza para vosotros. Un observador externo como yo detecta una escasez preocupante de innovación en el sector. Un sector no puede sobrevivir sin ofrecer nuevos productos y servicios.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– ¿Te refieres a la distribución farmacéutica?<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Al sector en su conjunto, a las farmacias también. Las farmacias han ido modernizando su imagen, pero no veo cambios profundos en el conjunto del sector. El sector continúa basando su éxito en los mismos valores desde hace décadas y en un mundo tan cambiante y exigente como el actual es un peligro. <o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Los farmacéuticos somos muy individualistas. Nuestra actitud viene condicionada por la estructura de nuestro negocio. No estamos acostumbrados a gestionar conjuntamente, cada uno es el amo de su casa y, salvo excepciones, las decisiones las tomamos solos. No estamos acostumbrados a compartir la soberanía. Tiene sus ventajas, pero es cierto que la crisis está poniendo encima de la mesa la necesidad de encontrar otras maneras de gestión. Existe una gran inquietud, un desasosiego que crece como una enredadera que va apoderándose del tronco de un árbol centenario. <o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: -0.25pt; ">– Lo importante es saber canalizar esta inquietud hacia una reflexión fructífera para que no desemboque en el pesimismo y la desesperanza. ¿Cómo describirías la actitud del sector delante de todos estos retos?<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">Lo bueno de Matías, del Matías de verdad, es que escucha. Nunca deja de dar su opinión, pero te sientes acompañado cuando hablas con él. Durante el camino desde nuestro punto de encuentro y el restaurante El Jardín de Carmen solo he hablado yo, de mis dudas sobre el camino que los farmacéuticos debemos tomar, sobre lo que debería ser la esencia de nuestra profesión, el valor sobre el que deberíamos fundamentar nuestra posición en la sociedad y no he notado en ningún momento esa distancia moral que a veces percibo al hablar con los médicos.<o:p></o:p></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Los farmacéuticos hemos podido mantener </span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: 0pt; ">una posición en cierto modo ambigua, la si</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">tuación nos ha permitido no tener la necesidad de escoger entre un papel claramente asistencial o un papel marcadamente empresarial. Los farmacéuticos interaccionamos con enfermos, pero el foco de nuestra actividad son los productos. La confortabilidad de una economía con un crecimiento importante y sostenido ha sido un buen aliado para construir un modelo y un discurso que nos ha sido útil y también lo ha sido para la sociedad, pero ahora la crisis nos está abocando a decidir y decidir es duro y tiene sus riesgos. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">– Pienso que eres excesivamente exigente con tu profesión. No siempre lo bueno es lo puro. Este salmorejo que estamos comiendo es la mezcla de muchas cosas, ¿Dónde está el secreto? No está en eliminar nada sino en encontrar el equilibrio. <o:p></o:p></span></p> <span lang="ES-TRAD"><div style="text-align: justify;">Continuará…</div></span>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-91214294770618083672011-12-15T12:30:00.003+01:002011-12-15T12:39:28.311+01:00Las apariencias engañan<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhazjurp7FhbepmNBYpMjy6FRFHvjF7BCxAHBC_lM085XaYM-ixQCWGrnes4rFMOVaSEY6KNBkm9VlYdOkvEYhiSvKCEZZJJ6QhQVx5GljZmyXRTkvKInhxI0BsHzn9GEI8rGG9X9Qw5yJN/s1600/planeando464.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhazjurp7FhbepmNBYpMjy6FRFHvjF7BCxAHBC_lM085XaYM-ixQCWGrnes4rFMOVaSEY6KNBkm9VlYdOkvEYhiSvKCEZZJJ6QhQVx5GljZmyXRTkvKInhxI0BsHzn9GEI8rGG9X9Qw5yJN/s320/planeando464.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5686316514053497010" /></a><p class="03CAPITULAR" style="line-height:150%"></p><p class="03CAPITULAR" style="text-align: justify;line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span"><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: 0.2pt; ">–S</span></span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; ">oy el farmacéutico con el que desayunaste tortilla el sábado pasado.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Ah!... ¿Cómo va todo?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: -0.3pt; "><span class="Apple-style-span">Tengo la misma sensación que tiene el pescador cuando nota la vibración de de la boya incrustada en la superficie del agua, desapercibida para cualquiera que no sea un pescador experto, un movimiento que dibuja tenues círculos concéntricos y que transmite un temblor a la caña parecido al imperceptible escalofrío de la voz del mentiroso. Ya son muchos años pescando para saber que un sardo, o una dorada o un buen besugo está merodeando el anzuelo. Ahora todo es cuestión de paciencia y de determinación en el momento oportuno.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Esta semana he ido siguiendo las noticias de vuestro sector que han aparecido en los medios. De ellas, no se desprende optimismo, que digamos…<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: -0.4pt; "><span class="Apple-style-span">– La situación económica creada por esa crisis, ignorada demasiados años, está llegando ahora con toda su crudeza a las farmacias, y además, no parece que las perspectivas de los próximos meses sean tranquilizadoras. De momento, la situación es de inquietud, pero existe la posibilidad de que se transforme en crispación.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Te noto preocupado.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Sí, lo estoy. A veces me pregunto si estamos dedicando suficientes esfuerzos y recursos en construir un modelo nuevo capaz de resistir esta difícil situación.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– ¿Por qué hablas de un nuevo modelo? ¿Tan convencido estás que el actual no es el adecuado? ¿No lo ha sido durante los últimos cuarenta años? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Tengo muchas dudas. Seguramente por eso te he llamado, tengo curiosidad por saber tu opinión, aunque tomar la decisión de llamarte ha sido un proceso largo. El desayuno del sábado fue agradable, pero a nadie le gusta que le pinchen, y algún puyazo me mandaste entre bocado y bocado de tortilla.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Ningún puyazo, tan sólo hice reflexiones muy generales sobre los procesos de cambio y las fuerzas que los mueven o los impiden. No pensé que te sintieras incómodo con mis comentarios. Los farmacéuticos no sois distintos a los demás sectores. Tenéis vuestras peculiaridades, pero os movéis por incentivos similares a los de los demás, aunque te parezca lo contrario, los vuestros son problemas comunes.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">Me parece que estoy yendo demasiado deprisa otra vez. Francesc parece un buen fajador, pero no conviene llevar las cosas excesivamente lejos. Si se tira de la caña antes de que la boya se hunda, las probabilidades de perder la presa son enormes.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– ¿Por qué dudabas en llamarme? ¿No te gusta el salmorejo? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">Unas palabras que son un intento sutil de aliviar la tensión del sedal, una sutileza que nada tiene que ver con el aleteo de una mariposa, es una sutileza parecida a la del movimiento del engranaje de un reloj de pulsera, tiene la precisión de una maquinaria construida con paciencia por unas manos delicadamente implacables. Toda la experiencia y la sabiduría precisas para evitar que el pez se escape porque el cebo aún no se ha introducido en su garganta.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– A mí, de la mesa, me gusta casi todo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– ¿Tienes libre mañana para comer juntos?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Mañana, puedo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– ¿A las dos y cuarto en la puerta del bar de las tortillas?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Allí estaré<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Hasta mañana.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">El bochorno es el protagonista de la mañana, un bote de cola pegajosa parece que se haya vaciado entre mi piel y el cuello de la camisa. He estado incómodo desde que he salido de casa enfundado en el traje de verano. Tan sólo el aire acondicionado del despacho en el que he pasado la mañana ha aliviado la pesadez del baño turco en el que me ha tocado moverme. He tomado un taxi para cruzar la ciudad, un taxi con un buen aparato climatizador, lo que me ha permitido llegar fresco al encuentro con Francesc. Ya está esperando. Observo que está leyendo un libro. Me sorprenden las personas que son capaces de aprovechar esos tiempos muertos del día a día para leer. No me imaginaba que Francesc fuera uno de esos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– ¿Lees algo sobre farmacia?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– No. No acostumbro a hacerlo fuera de la farmacia. Leo una novela.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– En cambio escribes a menudo. He leído algo de lo que escribes.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">Detecto un instante de duda, ese momento antes de dar el tirón necesario para que un nudo se desenrede.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– No son míos los artículos que has leído. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">¿Pretende engañarme?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; letter-spacing: -0.3pt; "><span class="Apple-style-span">– Nunca se ha publicado nada de lo que yo escribo. El día de nuestro encuentro no te dije que ese Pla que escribe artículos de farmacia no era yo. Leíste mi apellido en esa carta que me cayó y que era de un laboratorio farmacéutico y ligaste cabos con demasiada agilidad, seguramente estar metido en el ambiente sanitario te hizo llegar a falsas conclusiones. Quien te imaginaste que yo era es un colega de profesión que tiene mi mismo nombre y apellido, incluso se me parece físicamente, pero no soy yo. Yo leo también esos artículos y coincido con muchas de sus opiniones, pero yo sólo me dedico a mi farmacia. A mi también me gusta escribir pero lo hago sobre el mar, sobre mis recuerdos y mis sueños. Historias de mi vida. No puedes negarme que nuestra historia hasta ahora es un cúmulo de casualidades y de suposiciones, el argumento de una comedia de enredo. Un divertimento que no quise romper en el primer momento, quizá porque no pensé que nos volviéramos a encontrar. En ese momento pensé que no valía la pena explicar mi historia verdadera. Yo también he imaginado tu niñez en Iznalloz…<o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">¿Quién será este Francesc? Todos mis planes se derrumban. Voy a tener que improvisar, algo que detesto. La sorpresa me ha dejado sin capacidad de reacción, no tengo otro remedio que contarle también algo de mí. Contarle a mi nuevo interlocutor que quien creía que yo era tampoco es como él se había imaginado que era. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="04TEXTOcon" style="text-align: justify;text-indent: 0cm; line-height: 150%; "><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span">– Nunca he estado en el pueblo de mis abuelos. El salmorejo lo preparaba mi madre y ella era la que me decía que lo aprendió a preparar en la cocina de su madre. La verdad de las cosas, está más escondida de lo que parece. Nuestro encuentro es una muestra evidente, ¿No te parece?<o:p></o:p></span></span></p> <span lang="ES-TRAD"><div style="text-align: justify;">– ¿Por qué no vamos a comer y a conversar? Un médico y un farmacéutico pueden tener muchas cosas que contarse de sus respectivas profesiones.</div></span><p></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-9857211369868832232011-12-01T14:40:00.002+01:002011-12-15T12:34:53.578+01:00La llamada<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTDIyWwmhtRCzy9SxFuy4Xi62yOXxCsz1Ih9v_WbUYzwVNBA8vUosKdEQNE_pXsDn6BHkwyyDzGG6i8OpDp8ipT8kmHkjldpWGibiAGmPUi22oBjVXrlH_dxZzp4HWoiOozhyphenhyphenzNbJuH8pv/s1600/planeando463.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTDIyWwmhtRCzy9SxFuy4Xi62yOXxCsz1Ih9v_WbUYzwVNBA8vUosKdEQNE_pXsDn6BHkwyyDzGG6i8OpDp8ipT8kmHkjldpWGibiAGmPUi22oBjVXrlH_dxZzp4HWoiOozhyphenhyphenzNbJuH8pv/s320/planeando463.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5681155381755770082" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial; color: windowtext; letter-spacing: 0.2pt; ">L</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family:Arial;mso-bidi-font-family:"Times New Roman";letter-spacing: -.1pt">os lunes de verano que aún debo trabajar son unos días extraños. Los fines de semana acaban siendo como escarceos amorosos que no acaban de culminar. Paréntesis demasiado cortos. Besos y caricias que se interrumpen súbitamente por la llegada de un invitado no deseado, ese impertinente lunes que no debería estar aquí. Es un día desubicado, más propio de un tiempo de grises y de zapatos de cordones apretados, y lo que ahora me apetece son pantalones cortos y pies sin calcetines ni apreturas. Hoy es un lunes de esos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">El aire guarda aún la frescura de la noche, el sol aún no ha podido barrer los retales de la luna que aún flotan en la brisa de la mañana. Del mismo modo que flotan en mis pensamientos los retales del encuentro con Matías. ¿Dónde puse su tarjeta? El horario, los pedidos, los proveedores y mis viejos clientes van a asaltarme de aquí a pocos minutos, van a situarme de golpe en un mundo tangible, alejado de las nebulosas de las ideas. Con los años ya me he acostumbrado a este viaje de ida y vuelta constante. Mi vida es así, posiblemente porque quiero que sea así. Un forcejeo, a veces una pelea, entre lo que toco y lo que sueño. Alguno de mis buenos amigos ya me ha advertido alguna vez que no corte nunca la cuerda que me ata a la tierra si no quiero perderme como un globo de esos que los niños sueltan en el parque. ¡Es tan bonito verlos subir, rojos, verdes o amarillos, hacia el cielo! Parece que van a perderse entre las nubes. Me gusta pensar, al menos un momento, que allí están esperándome en un parque de atracciones infinito en el que podré revolcarme en una piscina de burbujas multicolor sin sufrir la ordinariez de la gravedad. Es uno de mis sueños que siempre acaba topándose con el recuerdo de ese globo medio deshinchado, un globo azul, a veces rojo, pero siempre muerto, encallado entre las ramas de la higuera del jardín de casa de mis padres. Después de ese instantáneo choque, noto un poco más la apretura de mi zapato.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Tengo que reconocer, aunque me pese, que Matías tiene parte de razón cuando insinúa que todos los sectores creen que su sufrimiento es injusto, y más ahora, cuando la incertidumbre se ha apoderado de la sociedad. Sin embargo me molesta su arrogancia, que le permite emitir opiniones que parecen sentencias. ¿Y eso de la rana?, parece una historieta de esos libros insufribles de autoayuda que solo sirven para ayudar a las cuentas corrientes de los que los han escrito y han logrado engatusar a una multitud. Sin embargo, me rebelo también contra los que no se atreven a analizar con objetividad la gravedad de la situación y quieren convencernos de que lo que nos está cociendo es un hervor pasajero. ¿Guardé su tarjeta o la rompí? Con eso de las redes sociales y de la gran red es fácil encontrar un contacto, no debería sufrir demasiado, quiero pensar eso, no debería culpabilizarme demasiado por mi precipitación al despreciar su tarjeta de visita, al fin y al cabo si al final me decido a continuar mi conversación con Matías solo va a depender de mí, no lo va a impedir un arrebato de soberbia pasajero, aunque debería aprender a controlarlos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">La realidad de la puerta cerrada, de la cruz apagada, de todo lo que me queda hoy por hacer, es como un caparazón que me protege, pero también puede ser una tenaza que me condicione y que me haga desconfiar sin motivo aparente de Matías. Las cosas no están para muchos experimentos. ¿Cómo es eso de </span><i style="font-family: Arial; ">primum vivere</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">? Ni tampoco están los tiempos para llegar a la parálisis por un exceso de análisis, pero es preciso que nos decidamos a coger el toro por los cuernos, hacer un buen diagnóstico, analizar los escenarios más probables y tomar decisiones. ¿No es eso lo que me propone Matías? No voy a contarme –aunque las vista de argumentos– más excusas. Lo llamaré.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Ha sido un día caluroso, un día que se resiste a marchar. Mientras cierro la persiana y apago la cruz, un cielo azul tenue inundado de rosas, morados y amarillos va despidiéndose sin quererse ir; el sol no acepta de buen grado que, incluso en verano, durante el cual su reinado es casi absoluto, también deba dejar paso a la luna. ¡Cuánta belleza en esa discusión entre el día y la noche! Cada día acaba en un beso largo, en una dulce rendición en la que no hay vencedores ni vencidos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Por la cristalera de mi despacho entra una luz oblicua. Encima de la mesa en la que escribo y desde donde le vi por primera vez, intento divisar la tarjeta de Matías. Como casi siempre el primer vistazo no tiene éxito; soy de los que sobreviven a su desorden y que no tienen otro remedio que definir un orden nuevo que no sirve a nadie más que a uno mismo. Otra rebeldía más de un cincuentón demasiado gruñón, una reminiscencia más de una adolescencia en la que celebraba como una gran victoria poder preservar mi habitación, mi mesa y mi armario del ataque sistemático de la gamuza de Julia.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Las mesas desordenadas son la morada de diminutos gnomos que se dedican a trajinar papeles, papelotes, revistas, periódicos, catálogos, tarjetones, tarjetas, recibos, comprobantes de pagos, facturas, albaranes, libros, fotografías. Es, la suya, una tarea agotadora. Sin pausa, con esa diminuta malicia que siempre mueve a los duendes, se dedican a joder al personal. Por esa razón, cuando encuentro la elegante tarjeta de Matías, me alegro tanto. Les he vencido otra vez. No soporto a esos personajillos graciosos de los cuentos. Tienen pequeños el corazón y también el alma. Son como si a la mezquindad y a la cortedad de miras les hubieran salido bracitos y piernitas, se colocaran un gorrito verde y se escondieran entre mis papeles. A veces tengo tentaciones de levantarme por la noche para aplastar a alguno mientras corretea entre mis papeles.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-TRAD" style="font-family:Arial;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; letter-spacing:-.2pt">– ¿Matías? </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Arial;mso-bidi-font-family:"Times New Roman""><o:p></o:p></span></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-14643339877843911382011-11-11T13:26:00.002+01:002011-11-11T13:29:45.095+01:00Retrato<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8rDrH1FhUid5dewkykfaoa9lwO16gVt_JYV-UBITR9xDvQ0Obia0WC43h-oncAnEjW27aKG2bJkdpd3jnNA7P6Ic-QDNP9v67BJhQj-jKxa8Qv1zv1jIRvUet0fF-RYeZwWFg85kR7Ef4/s1600/planeando462.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8rDrH1FhUid5dewkykfaoa9lwO16gVt_JYV-UBITR9xDvQ0Obia0WC43h-oncAnEjW27aKG2bJkdpd3jnNA7P6Ic-QDNP9v67BJhQj-jKxa8Qv1zv1jIRvUet0fF-RYeZwWFg85kR7Ef4/s320/planeando462.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5673714359759697426" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="font-family:Arial; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";letter-spacing:-.25pt">Parece un tipo afable, de esos a los que los sábados les gusta no afeitarse por la mañana. Incluso, después de un rápido vistazo, puede parecer un actor francés de esos a los que les gusta comer y beber con los amigos en una escena en la que las risas y los gestos exagerados se suceden sin parar alrededor de una mesa larga bajo la sombra protectora de un almez frondoso.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Es de esas personas a las que, si quieres convencerlas de algo, te conviene mantener un encuentro, mejor aún si es el primero, alrededor de una mesa. No estoy convencido de que me llame, pero por si acaso ya he echado, junto a mi tarjeta, el anzuelo del salmorejo. Para hablar de negocios yo prefiero un despacho amplio en el que mi interlocutor no tenga otra alternativa que mirarme a la cara, es de la manera que me siento más seguro, cuando puedo aplicar con más eficacia mi método. Sin embargo, no estoy preocupado, ya tengo la suficiente veteranía para saber moverme en cualquier ambiente, y con el Sr. Pla intuyo que una comida relajada puede ser el inicio de una relación profesional fructífera.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Seguramente es un conversador interesante, aunque le pierde la pasión. No es conveniente hablar de tu profesión como si hablases de un buen plato, la gastronomía es cuestión que atañe a los sentidos, pero las profesiones y los negocios deben siempre tratarse desde la racionalidad. Me extraña la tendencia que tienen personas como el Sr. Pla –creo recordar que Francesc es su nombre– de mezclar una cosa con otra. Es de esos que piensan que el alma lo envuelve todo, todo lo importante, y lo que es seguro es que para Francesc –debo mirar si su nombre realmente es ése– su profesión lo es.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Goliat está más alegre que de costumbre. No le ha afectado que la espera en la puerta del bar haya sido más larga de lo habitual. Me estira el brazo con más fuerza, tiene prisa por llegar al objetivo de nuestro paseo matinal. Por los caminos de tierra del Park Güell, entre los arbustos y los árboles, el paseo le gusta más que el tramo que asciende por las calles asfaltadas junto al santuario de Sant Josep de </span><st1:personname productid="la Muntanya. Un" st="on" style="font-family: Arial; ">la Muntanya. Un</st1:personname><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; "> conjunto de edificios de estilo neorrománico con una cierta estética </span><i style="font-family: Arial; ">kitsh</i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; "> con una gran explanada desde la que tienes una vista panorámica sobre el barrio de Gràcia.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Una vez completado el recorrido por el Park Güell, situado en la vertiente que mira al mar del Turó del Carmel, iniciamos el descenso mientras intento recordar la ubicación de los documentos que tengo en casa sobre farmacias. No recuerdo si en el archivo del estante en el que tengo guardados los resúmenes de los proyectos y estudios realizados en el área de farmacia de la consultora tendré alguna cosa que pueda ser interesante. Creo que la mayoría son estudios para industrias en el campo de la introducción de nuevos productos y planes estratégicos para Administraciones Públicas. Tendré que repasar el archivo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">En el ascensor solo subimos Goliat y yo. Por el peso de ambos cabríamos alguno más, pero la presencia de mi perro es absolutamente disuasoria, nunca sube nadie con nosotros.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">El piso de Matías es amplio y sin muchos muebles, los justos, pero elegantes. Desde que se separó de su mujer vive solo, con Goliat. Hoy cocinará un arroz con gambas y mejillones porque vendrá a comer su hijo Borja, y por la tarde irán al cine. Durante la semana, Borja vive con su madre, con la que Matías mantiene una relación cordial y educada. La mesa del despacho es de cristal grueso. Una lámpara articulada de aluminio negro con bombilla halógena, un portátil cerrado con la tapa acerada y un bloc de notas también cerrado es todo el paisaje encima de la mesa. En la pared del despacho una estantería, también de aluminio y cristal, está repleta de archivadores de distintos colores; uno distinto por estantería, rojo, verde y amarillo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Pongo en marcha el ordenador para confirmar el nombre del Sr. Pla y efectivamente es Francesc. He localizado alguno de los artículos que firma como Francesc Pla, farmacéutico.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Los farmacéuticos no son muy proclives a revisar sin cortapisas la situación en la que está inmerso su sector. Antes del encuentro de hoy ya tenía esa creencia, y en algún momento de la conversación con Francesc me ha parecido que mi creencia se confirmaba. Existe una dosis bastante elevada de corporativismo en todas sus argumentaciones, pero también es verdad que no mayor que la que tiene cualquier miembro de un sector que ve como su situación se va deteriorando. Todos sobrevivimos gracias al instinto de supervivencia, que es la máxima manifestación de conservadurismo ancestral.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Me ha molestado un poco eso de las «recetas de nuestros manuales». ¿Acaso cree Francesc que los que nos dedicamos a la consultoría solo somos capaces de aplicar siempre recetas prefabricadas? Entiendo que he sido un poco brusco en mis comentarios, por lo que puedo haber generado un cierto rechazo, pero por los indicios que tengo y por las noticias que van apareciendo en los medios el horno no está para bollos y cada vez es menos importante la sutileza en el lenguaje. Debería entenderlo y una persona como Francesc, que se interesa por su profesión, no debería olvidarlo nunca.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Una sencilla búsqueda en Internet de estudios y artículos sobre la economía de la farmacia me proporciona un torrente caudaloso de información previa, que el lunes, después del fin de semana que voy a pasar con mi hijo, voy a revisar con tranquilidad. Tengo curiosidad, y por qué no aceptarlo, la desconfianza que el Sr. Pla ha insinuado en sus comentarios ha despertado esa picazón típica de los que estamos acostumbrados a ganar y nos encontramos con alguien a quien no parece impresionarle nuestra habilidad para ser unos vencedores habituales.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Voy hacia mi laboratorio para empezar un arroz que debe quedar perfecto. Coloco todos los ingredientes ordenados en el mármol de Carrara de blanco brillante y empiezo el sofrito que no contiene tomate, por supuesto. Así lo indica el manual de cocina que sigo desde que me separé de Mónica.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial; ">Continuará… </span></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-75752456480542080712011-10-25T09:16:00.002+01:002011-10-25T09:31:54.216+01:00Tarjeta de visita<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6-GLQk5Rb_qS8f4e-mUQNbWTmkCgMaT-zwgO0X-VF60oRdLA_8ChGqYncI4QLA1OTTebMhom4f3-AuhIR5G56P5IujYPdRAUeUYlST86m2fC1XWyo4llKQSfO3WHqfB58tQTiSnLojaDr/s1600/PLANEANDO461.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6-GLQk5Rb_qS8f4e-mUQNbWTmkCgMaT-zwgO0X-VF60oRdLA_8ChGqYncI4QLA1OTTebMhom4f3-AuhIR5G56P5IujYPdRAUeUYlST86m2fC1XWyo4llKQSfO3WHqfB58tQTiSnLojaDr/s320/PLANEANDO461.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5667341468398045090" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" ></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><i>Dedicado a mi amigo Andreu, él ya sabe por qué. No como otros</i>.<o:p></o:p></span></span></p><span class="Apple-style-span" > <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: middle; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">Ahora que me he quedado solo con mi cortado tibio, me doy cuenta de que, mientras manteníamos nuestra conversación, el bar se ha ido llenando poco a poco de gente diversa; de clientes habituales que los sábados tienen el mismo horario que cualquier día porque trabajan también en sábado, ese día en el que muchos otros ya han logrado ser más ricos que Dios y no trabajan, de solitarios y solitarias que buscan reafirmar su soledad en mesitas pequeñas en las que apenas cabe el periódico que leen con algo más de profundidad</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "> que los días laborables y con eso ya tienen suficiente, de parejas de enamorados que aún mantienen el olor de una noche de besos </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">y quieren continuar guardando su secreto, de gente del barrio aburrida, pero a los que ir al bar de siempre les protege de su aburrimiento porque se encuentran con otros tan aburridos como ellos. De esa gente que está ahí, siempre, esa gente que puedo describir, pero de la que no sé nada.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; ">«Empuja la puerta de hierro forjado de la cancela que guarda el patio lleno de tiestos de geranios arrullados por el agua de la fuente, para salir corriendo a la calle.» Así me imagino a Matías de niño y eso es lo que escribo en mi libreta de notas azul mientras suena en mi iPod Samba pa ti, de Santana, y descubro en las notas claras de la guitarra, enredados como una hiedra, mis jóvenes sueños de enamorado; pero la realidad es que no sé casi nada de Matías, ni de su historia, sólo que sus abuelos tienen una casa en Iznalloz (ni siquiera sé si aún es de la familia). En mi libreta azul puede ser lo que yo quiera, pero Matías es solo un poco menos desconocido para mí que los clientes del bar que va llenándose poco a poco de gente de la que no sé su nombre.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; ">La tarjeta que me ha dado lleva impreso su nombre en Bookman old style, que le da un porte clásico y serio; debajo, con la misma tipografía, centrada, escrita en el espacio limitado por la Ñ y la P de Puertollano, la palabra «Director». En el extremo inferior izquierdo están situados el nombre de la consultoría, que es RENTA S.A, impreso en Lucida Console y, encima, el logo corporativo, cuyo diseño me recuerda a un pájaro volando alto. Todo está impreso en negro. Es una tarjeta austera, pero muy bien impresa en un papel de alta calidad, calculo que es de un gramaje de 300 gramos, aproximadamente. No sé si las anotaciones de mi libreta azul me van a servir para escribir una historia, ni siquiera sé si voy a llamar a Matías. Todo el desayuno que hemos compartido puede perderse en esa despensa en la que se van acumulando encuentros huérfanos de historia, como cachivaches polvorientos.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "> He terminado el cortado y, al levantarme, un grupo de tres operarios de la compañía de teléfonos, que están colocando fibra óptica en la zanja que despanzurra la </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.2pt; ">acera frente al bar, ocupan rápidamente </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">la </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; ">mesa, desenvuelven los bocadillos del papel de aluminio que los protege y piden dos cervezas y una coca-cola, mientras comentan que las cosas están muy mal porque los de Moody’s nos han bajado la nota.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; ">«El sol quema la calle empedrada, y Matías cruza la plaza con la pelota de cuero entre los pies, regateando a un equipo entero de contrarios que quieren arrebatársela. Se está imaginando el gol maravilloso que marcará en el partidillo con su pandilla de amigos. Levanta los brazos y espera el abrazo y la admiración de todos.» Mientras camino hacia casa, me imagino la continuación de las notas que he tomado. El relato podría continuar más o menos de esta manera que acabo de describir, porque a Matías siempre le ha gustado el triunfo, creo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; ">El ordenador me está esperando, frente a la ventana. El sol entra aún oblicuo, ilumina con una luz algo temerosa la mesa de mi despacho, aunque ya es bastante más vigorosa que la que me ha recibido esta mañana al salir de casa. Miro a través de la ventana abierta y, apenas sin darme cuenta, los ojos brillantes de Matías aparecen en mi memoria reciente, en la que también suena el eco presuntuoso de su frase: «Uno siempre cree que es único». ¿Qué sabrá Matías de nuestra problemática?</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; ">Me apetece retratar a Matías como a un personajillo casi desagradable. Me sube por las carótidas una efervescencia caliente desde la boca del estómago. ¿Cómo pude creer que me caería bien? Debe ser tan solo por lo buenas que estaban las tortillas. Saco su tarjeta de visita del bolsillo y la observo con displicencia y la lanzo sobre los papeles esparcidos alrededor del teclado, en el que aún no he apretado ninguna tecla.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; ">Es unos cinco centímetros más bajo que yo, y tres tallas menos, pero no es un enclenque, ni mucho menos. Su cuerpo es bastante atlético y sus manos fuertes, con unos dedos largos, mucho más estilizados que los míos. Su rostro tiene unas facciones muy masculinas, pero no toscas. La mandíbula poderosa y unos labios muy bien dibujados. Me va a ser complicado traicionar a esta realidad. Matías es un tipo guapo, de esos que las mujeres encuentran atractivos. La realidad es esa y no otra.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; ">No voy a poder negarlo, y si me paro a pensar, muchas de las cosas que me ha comentado son de la manera que él me ha dicho y no como a mí me gustaría que fuesen. Siento esa sensación de desánimo que te relaja los músculos cuando te das cuenta de que la rabieta que has empezado a alimentar se esfuma como las burbujas en una copa de cava dorado, y te quedas solo delante del espejo en el que no cabe ningún disimulo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; ">Lo más prudente y sensato es el olvido, no hay ninguna razón para decidir si Matías me cae bien o no. Ni siquiera voy a tener que romper su tarjeta, la voy a dejar perdida en medio del marasmo de facturas, recibos bancarios, cartas de publicidad, revistas de farmacia, álbumes de sellos, libros a medio leer (<i>El cuadern gris</i>, de Josep Pla, y <i>Vidres a la sang</i>, de Joan Salvat Papasseit). La aparcaré sin más en mi mesa de despacho.</p><p></p><p></p><p></p></span><p></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-78908413694805197472011-10-10T14:01:00.003+01:002011-10-10T14:12:54.479+01:00Tortilla francesa<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnwG2YzZqfDj14w8-tYKeBTm1oU8Tr7-mtbzuk9bLQkhf6wUm-34dtxvhEikJYvVLznl1nqvHIJkPBEim6fx5f4q-dbRb2oOtcHiMQ3vGx3Q3GKKjblyQtDkOnZ2eEP0QEJrAOIhfKFyjc/s1600/planeando460.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 244px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnwG2YzZqfDj14w8-tYKeBTm1oU8Tr7-mtbzuk9bLQkhf6wUm-34dtxvhEikJYvVLznl1nqvHIJkPBEim6fx5f4q-dbRb2oOtcHiMQ3vGx3Q3GKKjblyQtDkOnZ2eEP0QEJrAOIhfKFyjc/s320/planeando460.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5661849830794858690" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" ><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.2pt; ">M</span></span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; ">atías tiene un rostro despierto. Me dan una cierta envidia esas personas que a primera hora de la mañana son capaces de borrar cualquier rastro de la noche en sus facciones y en el tono de su voz. Son como las mañanas que amanecen soleadas y claras después de una noche de tormenta. Yo siempre arrastro las ojeras y la voz pastosa hasta el cortado de media mañana.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– ¡Qué mañana más limpia! El chaparrón ha sido como una ducha fría. Te deja como nuevo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Yo solo me ducho con agua calentita. En verano también.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.3pt; ">– Por eso te cuesta arrancar. Se ve en tu cara. Aún lleva la noche pegada. Deberías probar con el agua fría.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Su consejo parece una receta de libro de autoayuda. A los cincuenta un chorrito de agua fría no va a evitarme las bolsas de los ojos, pero no se lo tendré en cuenta. No creo que fuese justo empezar a restarle puntos habiendo compartido con él solo un par de bocados de la tortilla. Al fin y al cabo Matías ha sido quien me la ha recomendado y está en su punto.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– ¿Crees que los farmacéuticos padecemos el síndrome del batracio?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >Le ha hecho gracia, lo noto por la sonrisa que ha aparecido justo en el instante anterior a introducir otro pedazo de tortilla en su boca, en su rostro ya de por sí alegre. Con el tenedor a cinco centímetros de sus labios me lanza otro consejo. Ya son dos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– No sé si el síndrome se llama así, ni siquiera sé si tiene nombre. No seas tan negativo. ¡Te conviene la ducha fría! Ya te lo decía. Estoy convencido de que un sector como el vuestro está atento a lo que se cuece a su alrededor. No tengo la impresión de que sea un sector inmune al entorno ni que solo esté atento a su propio ombligo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">Es médico, pero tiene ese barniz de prepotencia de </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; ">los consultores que han pasado por alguna escuela </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">de negocios.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Siempre tengo la sensación de que las características especiales de nuestro sector no encajan en las recetas que aplicáis en los manuales de vuestras escuelas. Somos una anormalidad en el mundo de la empresa y de los negocios. Aún y así tenemos que estar atentos a esas recetas, ya que, al fin y al cabo, dependemos de una gestión empresarial para hacer rentables nuestras farmacias.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Es cierto, la regulación a la que está sometido vuestro sector no está en el índice de nuestros manuales. ¿Crees sinceramente que esta ausencia es un error, o lo que sucede es que se trata de una anomalía que el tiempo se encargará de solucionar?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Lo que creo es que nuestras características especiales hacen difícil nuestra clasificación en un índice de manual. Pero también pienso que a menudo queremos llevar demasiado lejos nuestra especificidad y corremos el riesgo de pasar por raros en vez de especiales. Lo que tiene sus riesgos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Aún no he probado el cortado que va enfriándose lentamente, pero el sol juliano que entra por la ventana me incita a pedir algo fresco para acompañar la media tortilla que aún me espera en el plato. Una buena cerveza de barril, en vaso largo, servida con una capa de espuma compacta de aproximadamente un centímetro.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– ¿Pedimos unas cañas? En verano, apetecen.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Pide, pide. Yo no tomo cerveza. No bebo alcohol y la «sin» no me gusta. Siempre desayuno con un cortado. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Matías se cuida, su abdomen rectilíneo es una muestra. Levanto la mano derecha para llamar la atención del camarero, y cuando está cerca le pido una cañita –utilizo el diminutivo porque el abdomen de Matías me condiciona un poco– fría.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Encontrar un encaje entre nuestra función de profesión sanitaria, la viabilidad empresarial de la globalidad del sector y reflejarlo en un contrato con el SNS, que es el cliente que nos aporta más del 75% del negocio, es el reto que tenemos ahora. Es evidente –ya me lo has dicho antes– que es difícil, pero no tenemos otro remedio.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD"><span class="Apple-style-span" >– Me estás describiendo un proceso de reconversión. Estos procesos sí que están descritos en nuestros manuales, como tú los llamas.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Matías no deja pasar ni una. Está perfectamente entrenado para una conversación alrededor de un par de tortillas. Para él es un simple partidillo de pretemporada.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Es una forma de hablar. No creo que los procesos de reconversión de los que me hablas sean homologables para aplicarlos a nuestras especiales características.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Ya que estamos, tampoco voy a arrugarme en un desayuno con un casi desconocido que me continúa cayendo bien, pero que ha logrado picarme un poco. La cañita fresca que acaba de llegar aún va a animar más la conversación.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">– </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.1pt; ">Uno siempre cree que es único, pero </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; ">lo que sucede es que cuesta mucho reconocer</span><span lang="ES-TRAD"> que <span style="letter-spacing:-.2pt">lo que siempre ha funcionado ha perdido eficiencia y necesita un cambio. Cuando ejercía de médico y tenía que dar un mal diagnóstico, la primera reacción del enfermo siempre era negar la evidencia. No sois ni raros ni únicos. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Matías ya ha terminado con su tortilla y apura la taza. Mira hacia la puerta donde espera pacientemente su perro, que no ha cambiado de posición. Creo que pronto deberá continuar su paseo. Mi sospecha se confirma con el gesto que realiza para buscar su cartera y que levanta el brazo izquierdo para pedir la cuenta. Con un automatismo perfecto, entrenado durante muchas visitas a clientes, me deja una tarjeta, elegante y pulcra, mientras paga el desayuno.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Tengo que irme. Goliat, aunque no lo parezca, está impaciente. Deberíamos continuar esta conversación tan interesante. Podríamos quedar a comer algún día. Conozco un restaurante, cerca de aquí, en el barrio, en el que preparan un salmorejo como el de casa de mis abuelos en Iznalloz. Llámame y quedamos… si te parece bien.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Claro. Ha sido muy interesante, y el salmorejo es un plato que siempre me apetece. Lo siento pero yo no llevo tarjetas.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Perfecto. Espero tu llamada.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Da la mano con esa seguridad impuesta de los que tienen también la obligación de parecerlo. Todo perfecto, incluso el nombre de su perro.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" >Continuará…</span></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-59975082751232375842011-09-19T15:57:00.007+01:002011-10-10T14:13:56.013+01:00Un valle de lágrimas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1dqUg8oGB90lqbN-lsGfaBfAk2cmeO1PlmtGHMLbqAKirYEy2TC_TpuljPitOKdirGI7xvkJeHgh6JqxUx2NbGvarLi6FxZJbaelV0Ztbfp58p8Jx9jJDX9LyGIwhU7dXevaBIXvmRbLC/s1600/planeando459.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 210px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1dqUg8oGB90lqbN-lsGfaBfAk2cmeO1PlmtGHMLbqAKirYEy2TC_TpuljPitOKdirGI7xvkJeHgh6JqxUx2NbGvarLi6FxZJbaelV0Ztbfp58p8Jx9jJDX9LyGIwhU7dXevaBIXvmRbLC/s320/planeando459.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5654086671511607922" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Se que esperáis (o no) a Matías, pero lo de este agosto obliga a un comentario especial, aunque en el fondo voy a contar lo mismo de siempre. Matías ha accedido a esperar un par de semanas. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Existen pocas cosas que se toleren menos que pretender ser el protagonista en un entierro y no ser el muerto, por lo que no sería muy inteligente por mi parte hacer grandes aspavientos ni rasgarme las vestiduras en un país sumido en una profunda crisis económica y que a golpe de déficit está descubriendo la necesidad de iniciar una segunda transición que desenrede el entuerto del «café para todos», un país que no es capaz de ofrecer trabajo a más de cuatro millones de ciudadanos y con muchos sectores de la economía sufriendo por su subsistencia, aunque los numerosos recortes que las farmacias vienen soportando estos últimos años, a los que ahora se añaden las dificultades en el cobro de la factura de medicamentos financiados por el SNS en diversas comunidades autónomas, son realmente dolorosos para los farmacéuticos y el dolor que más se siente es el que sufre uno mismo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">En este país más del 85% de los medicamentos que se utilizan están pagados por los presupuestos públicos, por lo que las farmacias sufren los efectos de la crisis –además del retraimiento del consumo en general– por los reiterados recortes, tanto los que afectan al precio, como los que lo hacen sobre el margen, así como por la puesta en marcha de políticas de prescripción enfocadas a la elección del medicamento con precio inferior. Con estas premisas </span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.25pt; ">es fácil prever que el camino que nos queda por delante transcurre por una cuesta pesada y exigente, por lo que tampoco nos conviene menospreciar esta situación si no queremos ser tildados, con razón, de tener una actitud manifiestamente ilusa. El sector farmacéutico hace más de cinco años que está inmerso en este escenario y las últimas novedades acaecidas este mes de agosto confirman que no va a existir una salida rápida del túnel.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Es preciso señalar que la gran preocupación y descontento del sector por esta presión reiterada se han visto agravados en el último trimestre por los incumplimientos de los plazos de pago que muchas farmacias de distintas comunidades autónomas están sufriendo. Solo cabe calificar estos incumplimientos de irresponsabilidades políticas de los encargados de gestionar las cuentas públicas (los impuestos de todos), que además, en un sector de empresas pequeñas como el de las farmacias, pueden tener efectos irreparables.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Una vez descrita la situación, y para no caer en la tentación de un desmesurado afán de protagonismo que puede provocar rechazo social por un exceso de victimismo, es importante insistir en la necesidad de que la nueva situación económica que se está dibujando y desgraciadamente consolidando genere nuevos planteamientos políticos que permitan al sector afrontar una situación que está ahogando a la red sanitaria farmacéutica que presta un servicio altamente valorado por la ciudadanía, y que a la vez constituye un sector empresarial de pequeñas empresas privadas que genera ocupación y que ha permitido externalizar eficientemente un servicio público como es la dispensación de medicamentos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">La situación actual no es compatible con la limitación impuesta de la capacidad de negociación de las farmacias de sus condiciones de compra de medicamentos, y menos aún si se impone la prescripción por principio activo, ni lo es con las restricciones excesivas de las posibilidades de rentabilización de los establecimientos de farmacia, ni con ordenaciones que favorezcan un minifundismo sin sentido y que limiten las posibilidades de incentivar farmacias más eficientes y competitivas. Es imprescindible encontrar vías que permitan mantener una calidad de servicio como la actual y que ofrezcan salidas a la viabilidad del sector más allá de la mera subvención, que solo puede ser un parche circunstancial.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">No deberíamos caer en un pecado de omisión y hemos de ponernos manos a la obra si no queremos que la penitencia nos la impongan los dioses que viven en el nuevo Olimpo de los mercados, que ya sabemos como las gastan.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Creo que el momento también es oportuno para aprovechar este espacio de la revista para manifestar dos preocupaciones que van más allá de las propias y exclusivas de las de las farmacias.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Es preocupante observar como los anuncios de medidas reiteradas sobre los medicamentos trasladan a la ciudadanía la idea de que los medicamentos son una mercancía de la que solo es importante el precio. Los responsables políticos no deberían perder de vista que los medicamentos son un potente instrumento terapéutico que debe ser valorado primordialmente por su eficacia a la hora de curar o paliar enfermedades y que a su alrededor se genera una energía, industrial, investigadora, y emprendedora que es parte importante de la generación de riqueza del país. Buscar fórmulas que puedan medir esta eficacia y cómo incentivarla debería ser uno de los temas fundamentales del imprescindible debate sobre la financiación pública de medicamentos. Establecer una financiación selectiva de medicamentos mediante sistemas de copago basados en valoraciones objetivas realizadas por agencias independientes sería un sistema capaz de frenar tanto la oferta como la demanda de las opciones terapéuticas menos efectivas.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Otro de los mensajes que generan confusión es asimilar el importe de la factura de los medicamentos con fondos públicos con el coste del servicio farmacéutico concertado y que este es muy caro.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">La realidad es que el modelo de prestación farmacéutica en España se basa en un contrato entre el SNS con las 22.000 farmacias españolas y que estas reciben por el servicio aproximadamente el 22% del importe de la factura pública que, a su vez, representa más del 80% de su facturación total. Las farmacias son pequeñas empresas privadas que contratan de media a tres personas, que realizan labores profesionales asociadas a la dispensación y al asesoramiento del uso de los medicamentos y sus propietarios gestionan el mantenimiento de los establecimientos, la logística del medicamento.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span" style="font-family: verdana; ">Sin tener claros estos conceptos y sin resolver el origen de todos los males que es la insuficiente dotación presupuestaria para el catálogo de servicios sanitarios ofrecidos, solo podemos esperar cataplasmas que aparte de ineficientes tienen graves efectos secundarios.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;line-height:150%;mso-pagination: none;tab-stops:right 213.75pt;mso-layout-grid-align:none;text-autospace:none; vertical-align:baseline"><span class="Apple-style-span"><br /></span></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4794447991848531907.post-49075225766095328082011-09-05T15:58:00.002+01:002011-09-05T16:05:10.752+01:00Presentación<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm8njlaItlIINo-TgWDzXELHDKdC-hPylJxA6BjI3w7ZpxtaUHCebq5ymEUJ55-pv2HqO6AWwnhHGkL5AVH0UcLPLlOSBk_mq0J2pFmo5EgPyi9g2mHcx_vcJ7ZEVrsWI1qaDfrw5BtYWy/s1600/101245+EFCO458.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 248px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm8njlaItlIINo-TgWDzXELHDKdC-hPylJxA6BjI3w7ZpxtaUHCebq5ymEUJ55-pv2HqO6AWwnhHGkL5AVH0UcLPLlOSBk_mq0J2pFmo5EgPyi9g2mHcx_vcJ7ZEVrsWI1qaDfrw5BtYWy/s320/101245+EFCO458.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5648891618751633154" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" ><span class="capitular"><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: 0.2pt; ">E</span></span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; ">s</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">toy a punto de abrir la puerta de hierro y cristal del portal de casa. Está cayendo un intenso chaparrón, pero el cielo está abierto sobre el Tibidabo. Faltan cinco minutos para las ocho y, como no trabajo los sábados a partir de la verbena de sant Joan, me he vestido con unas bermudas azules con ocho bolsillos, una camiseta de algodón ligero y viejo que lleva estampado un tipo sesteando en una hamaca y unas brasileñas en los pies. Por un momento, tengo la tentación de subir a cambiarme de vestimenta; el motivo de mis reparos son la lluvia y el encuentro con Matías Peñafiel Puertollano.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >No voy a subir a cambiarme. No voy a hacerlo a causa de la meteorología, porque estoy convencido que al salir del bar, después del encuentro con Matías, lucirá el sol y tampoco creo que a Matías le incomode mi vestimenta si me atengo a su forma de vestir habitual, al menos su forma de vestir a las horas que yo le veo desde mi ventana. No creo que fuese coherente que se sorprendiese ni que le importe la mía. Me arriesgaré. Intento caminar rápido los cincuenta metros hasta el bar, aunque con las chanclas no conviene acelerar el ritmo cuando el suelo está resbaladizo como esta mañana. En la entrada aún no está el enorme schnauzer negro. ¿Saldrá Matías a pasear con su perro los días de lluvia?</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >No hay muchos clientes en el bar a esa hora de un sábado del mes de julio. Me dirijo a la mesa situada en una esquina alejada de la barra del bar, cerca de una ventana por la que se puede ver a los clientes que entran en la panadería del barrio. Es la primera vez que espero a alguien así, me imagino que la situación es parecida a las citas a ciegas concertadas por Internet. No tengo mucha costumbre en eso de las citas, ni en las clásicas, las de toda la vida. Ya ha dejado de llover y me tienta la posibilidad de levantarme. No sé si fue una buena idea este encuentro. Pero el arrepentimiento incipiente no puede crecer, la presencia del perro de Matías en la puerta del bar lo frena de golpe. Ya está aquí.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >– Un buen chaparrón de verano.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Ha durado muy poco.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Pero ha servido para refrescar. Es una de esas mañanas en las que todo parece mejor. Yo voy a pedir la tortilla a la francesa y pan con tomate de los sábados y un cortado. ¿Y usted?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– ¿Es buena la tortilla que sirven aquí?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– La mejor. En su punto de sal y jugosa por dentro. La hacen con cariño.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Pues, lo mismo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Nuestra manera de conocernos ha sido bastante peculiar.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Cinematográfica ¿No cree?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Sí, no estoy acostumbrado a estas situaciones, pero tengo el presentimiento de que vamos a tener una conversación interesante. No sé si mi optimismo está provocado por una mañana como la que disfrutamos hoy. De cualquier manera, y para entrar en materia antes de que lleguen las tortillas, por lo que he podido leer ustedes ya están notando los efectos de esta crisis, también. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Las farmacias somos lentas, ni seguimos el ritmo de las burbujas ni pinchamos como los globos, pero no somos ajenas al entorno, y ahora el entorno económico es muy hostil para cualquier sector. Porque el sector sanitario también es parte de la economía, ¿no cree? Ayer me comentó que se dedicaba a la consultoría, ¿no? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Soy socio de una consultora especializada en el sector sanitario. Unos de mis clientes principales son quien les vende a ustedes y quien les paga. La industria farmacéutica y las administraciones sanitarias.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Ya puestos… ¿le parece que nos tuteemos, Matías?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Me parece lógico, y más ahora que vamos a compartir un desayuno de tortillas. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >El rito del desayuno de tortilla sabatino es, para mi compañero de mesa, algo casi íntimo. Compartir esta mesa para él ya es una aceptación implícita del tuteo. Su vista se dirige hacia el camarero, que se acerca con la bandeja llena a rebosar con las dos tortillas de forma perfecta, franqueadas por tres rebanadas de <i>baguette</i> crujiente bien untadas de tomate, sembradas de los granos de sal justos y regadas de aceite de olivas arbequinas. Los cortados humean como a mí me gusta y tienen ese aspecto espumoso tan difícil de conseguir en casa. Empezamos bien.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >– Nuestras lamentaciones están fundamentadas y la preocupación crece por momentos en el sector. Las previsiones más objetivas apuntan a una factura pública de medicamentos un 10% inferior a la del año pasado y a un estancamiento, en el mejor de los casos, del mercado privado. La farmacia va a decrecer en facturación alrededor de un 8%. Quiero ser optimista.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >– Otros sectores están soportando ajustes mucho más drásticos. Pero es cierto que cada uno siente lo suyo. Es normal la queja y la preocupación. Intuyo que tu sector tiene una características muy especiales, por su dimensión, su heterogeneidad, su organización y su entorno regulado. Hacer un análisis objetivo de la situación no es sencillo. ¿Tenéis una buena fotografía? O, mejor aún, ¿ya habéis ido al radiólogo, para que os diagnostiquen si se trata de un esguince o de una fractura lo que os provoca ese dolor? <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >Me lo dice con una cierta ironía de buen vendedor mientras se acerca un pedazo de tortilla jugosa sobre media rebanada de pan con tomate.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" ><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; ">–</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.3pt; "> Cualquier decisión estratégica debe estar basada en un buen diagnóstico. Las quejas y preocupaciones son síntomas de que algo huele a quemado, pero ya sabes lo de la rana.</span><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.1pt; "><span class="Apple-style-span" >– He tenido que oír comparaciones de los farmacéuticos con casi todo –incluso con los esturiones– pero no caigo en el parecido con las ranas.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.2pt; "><span class="Apple-style-span" >Realmente la tortilla está en su punto.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span lang="ES-TRAD" style="letter-spacing: -0.4pt; "><span class="Apple-style-span" >– No se trata de una comparación. Se trata de ese cuento en el que una rana acaba cociéndose en el agua de una cacerola que va calentándose a fuego lento, pero ella no se da cuenta del peligro. Se va adaptando a la temperatura hasta su muerte en una sopa de rana. No se trata de un cuento especial para farmacéuticos, es un peligro común. Yo te aconsejo una buena revisión para tener un diagnóstico fiable, que vaya más allá de la intuición. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; line-height: 150%; vertical-align: baseline; "><span class="Apple-style-span" >Matías sabe comer y vender. Me cae bien.</span></p> <span class="Apple-style-span" >Continuará…</span><p></p>Planeandohttp://www.blogger.com/profile/16360057647545381139noreply@blogger.com0